viernes, 12 de diciembre de 2014

100º aniversario de "Platero y yo"

"Doodle" de Google, con motivo del 100 aniversario de "Platero y yo", de Juan Ramón Jiménez


En opinión de Gran Uribe, nadie recitó "Platero y yo" como Rafael de Penagos (en los años 60), en un disco que guarda como oro en paño, regalo que le hizo a una seguidora de este blog "su actual marido" el día de la gran nevada, y que mereció grandes chanzas de un sujeto al que ya nos hemos referido en alguna ocasión: Herr Kommandant.

Portada del disco recitado por Rafael de Penagos
"Platero es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no lleva huesos. Sólo los espejos de azabache de sus ojos son duros cual dos escarabajos de cristal negro.
Lo dejo suelto y se va al prado, y acaricia tibiamente con su hocico, rozándolas apenas, las florecillas rosas, celestes y gualdas... Lo llamo dulcemente: “¿Platero?”, y viene a mí con un trotecillo alegre que parece que se ríe, en no sé qué cascabeleo ideal...
Come cuanto le doy. Le gustan las naranjas mandarinas, las uvas moscateles, todas de ámbar; los higos morados, con su cristalina gotita de miel...
Es tierno y mimoso igual que un niño, que una niña...; pero fuerte y seco por dentro, como de piedra..."


Por su parte, las editoriales lanzan nuevas ediciones de 'Platero y yo' de Juan Ramón Jiménez, el poeta que hace 100 años dio a conocer el mundo de Moguer.

Entre ellas, la de Anaya con ilustraciones de Thomas Docherty, que es la que obra en poder de Gran Uribe. Una maravilla, con imágenes mágicas de momentos mágicos...

Ilustración de Thomas DochertyLXXX Pasan los patos
"He ido a darle agua a Platero. En la noche serena, toda de nubes vagas y estrellas, se oye, allá arriba, desde el silencio del corral, un incesante pasar de claros silbidos. 
Son los patos. Van tierra adentro, huyendo de la tempestad marina. De vez en cuando, como si nosotros hubiéramos ascendido o como si ellos hubiesen bajado, se escuchan los ruidos más leves de sus alas, de sus picos, como cuando, por el campo, se oye clara la palabra de alguno que va lejos... 
Horas y horas, los silbidos seguirán pasando, en un huir interminable. 
Platero, de vez en cuando, deja de beber y levanta la cabeza como yo, como las mujeres de Millet, a las estrellas, con una blanda nostalgia infinita..."

3 comentarios:

  1. ... Y Platero meneó el rrrabo...
    Her Kommandant

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    Respuestas
    1. ¡Mira que tenía mala uva, el Herr Komandant (para otros el Mayor)! Ensañarse así con el pobre Juan Ramón Jiménez y su inolvidable burrito...
      nvts

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    2. Intentando ridiculizar, de paso, a la receptora y al donante del regalo, así como a todos los lectores del rojo mariquita. Her Kommandant en estado puro...
      El Tapir

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