Conferencia Club

Esto ya empieza a ser cansino. Esta gente del Estado Imaginario impartiendo ceremoniosas "conferencias" cada dos por tres.
¿No tienen nada mejor que hacer todos esos sujetos, los que las dan y los que asisten?

Algo de eso nos cuenta Margarita Rivière:
«Im-presionante, im-ponente, im-pactante. La visión de los 3.000 devotos de Artur Mas sentados en el inabarcable patio de butacas del Fòrum, expectantes, ansiosos de escuchar la palabra del ungido fue inolvidable para quienes la percibimos con toda intensidad y en directo por TV-3. Vivimos “momentos excepcionales, históricos”, dijo y desgranó su hoja de ruta de navegante político con corbata, gafas y radar, guiado por la ineludible llamada de la patria y la epopeya del destino en lo universal.
¡Es la hora de la generosidad! ¡El país nos necesita! ¡Vamos a salvarlo todos en unión! ¡Yo os invito, os acojo, os llevaré a la tierra prometida! Así, grandiosas, sugerentes, sonaban sus palabras en aquel silencio religioso sólo roto cuando la mano ungida señalaba a los enemigos de tal fervor patriótico. Algunos no recordábamos nada más emocionante desde que hicimos la primera comunión en el Congreso Eucarístico de 1952.[...]

Im-presionante "el inviolable Mas" en el Auditorio del Fórum

Llevamos tantos días de emociones fuertes y momentos históricos en Cataluña, lo inesperado sucede con tal facilidad, que habrá que pedir tregua. ¿Podremos digerir ahora que vivimos guiados por una épica de la conferencia? Visto lo de Mas —pocas veces hubo tanta expectación: lo suyo fue la revelación del Evangelio del independentismo único— ¿con qué va a ungirnos en su conferencia de hoy el independentísimo pastor Oriol Junqueras? ¿Qué pedagogía del nuevo Estado, qué doctrina impartirá para acceder a la cumbre de los sueños de nunca acabar? 
Junqueras, que asistió a la performance de Mas, le invitó a su conferencia, como hacen las personas educadas, pero Mas le dijo que tenía que mirar la agenda… ¡ep! ¿Juego sucio? ¿Cataluña no vale una conferencia de otro independentista, señor Mas? De conferencia en conferencia, esto parece el Conferencia Club».

Enlace: Conferencia Club

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Al final acudió Mas a la conferencia de Junqueras

Un momento del PowerPoint del pastor Junqueras

Bueno, como puede apreciarse en las fotos, "el inviolable Mas" encontró un hueco en su agenda para acudir. El formato de la conferencia fue un poco más informal que el de la de Mas. El señor Junqueras intervino sin atril, sin hacer pequeñas pausas para beber de un vasito de agua y sin el discurso escrito, en un escenario sin banderas y con una sola insignia: Un nou país.

Carme Forcadell en un tris de pegar un "clatellot" a Marta Rovira

Los republicanos eligieron el Palacio de Congresos, con capacidad para más de 2.000 asistentes, y lo llenaron. Artur Mas acudió secundado por la cúpula en pleno de Convergència: Rull, Turull y toda esa gente, aunque le sentaron entre dos de ERC, Simó y Rovira. No faltaron los representantes más conspicuos del procés soberanista: la presidenta de la Asamblea Nacional Catalana (ANC), Carme Forcadell, y la de Òmnium Cultural, Muriel Casals. La propuesta del líder republicano, que se desmarcó abiertamente de la lista unitaria de Mas, provocó tensión en sectores independentistas. El plan no agradó a Carme Forcadell, que está alineada con el president y que discutió acaloradamente con Marta Rovira, la número dos de ERC. El buen rollito parece que se acabó...

Enlace: Junqueras marca distancias con Mas

En resumen: Junqueras se ha intentado vengar de la pillería del astuto Artur del otro día. Le considera un advenedizo que le quiere robar la cartera del independentismo. Le hace creer que en su discursito le dará un masaje (sí, bwana) y para engañarle le sienta entre dos individuas de ERC: Simó y Rovira. Y, por sorpresa, le espeta en público que cada uno vaya por su cuenta, idea que no quiere ver ni en pintura nuestro "Honorable" actual, claro. La bruja Forcadell (la "policía mala"), que está entusiasmada con la "llista de país" que planteaba Mas —ya que en su fuero interno quizá deseaba encabezarla ella— coge un rebote de cuidado y casi le pega a la pobre Marta Rovira, segunda de a bordo de Junqueras. Simó contempla la escena complacida. ¿Acaso aspira a desbancar a su compañera Rovira? Mientras tanto, nuestro "inviolable President" pone cara de circunstancias, ajeno a estas rencillas y pensando: "me la han devuelto". Por su parte, Muriel Casals —que también pretende ir en cabeza— fue más discreta, pero ojo con la mosquita muerta, la que va de "policía buena". En fin, ni Francesc de Carreras ni Gran Uribe somos psiquiatras y por tanto somos incapaces de analizar todo este guirigay desde el prisma de la racionalidad más cartesiana. ¿Qué pasará ahora? Imposible saberlo.