domingo, 7 de septiembre de 2014

El energúmeno máximo

Joan Ferraté (1924-2003), hermano del poeta Gabriel Ferrater y director literario de Seix Barral, fue persona crítica y lúcida. Quizá por ello cuando murió, TV3 no se dignó dar la noticia, a pesar de haber pasado por el "catalanitzador de cognoms".
Bien. Ferran Toutain retoma su figura para escribir un artículo bastante demoledor sobre un tema de total actualidad.
Extraemos los dos primeros párrafos pero el resto..."Déu n´hi do", como se dice por aquí.

Ferran Toutain"Joan Ferraté no tuvo nunca una opinión demasiado halagüeña de los políticos. No era exactamente un anarquista, y mucho menos aún uno de esos militantes de la antipolítica que hoy en día se multiplican como setas parlantes para despreciar el sistema democrático, invocar la soberanía del pueblo y repetir sin descanso que todos los gobernantes son unos ladrones. Muy al contrario, lo que él creía es que los políticos deberían ser gente lo suficientemente competente para resolver los asuntos públicos haciéndose notar lo menos posible. Como éste no era y no es a menudo el caso de los políticos españoles en general y de los catalanes en particular, Ferraté solía llamarles "energúmenos", un adjetivo que él tenía en mucha estima y que usaba con frecuencia para designar a individuos molestos de todo oficio y condición. Yo le oí aplicar numerosas veces el vocablo a los políticos del país entre las décadas de los ochenta y los noventa, cuando Jordi Pujol reinaba en Cataluña y la supuesta oposición de izquierdas (PSC, IC y ERC) le rendía acatamiento, ya fuese a regañadientes o con la más bendita de las sonrisas (juro que he oído a más de un militante comunista hablar babosamente de los méritos de Pujol como quien habla de los milagros de un santo).

Si Ferraté consideraba energúmenos a casi todos los políticos catalanes, a Pujol no podía por menos que darle trato de gran energúmeno o incluso de energúmeno máximo. Así se refería a él, no sólo en conversaciones privadas, sino en la columna que publicó semanalmente en el desaparecido Diari de Barcelona en 1988".

2 comentarios:

  1. Salvo en lo de la palabra energúmeno -posiblemente, yo habría empleado alguna otra- coincido esencialmente con las opiniones de Ferraté que se vierten en el duro artículo de Toutain. Por otra parte, lo del silencio de TV3 no es ninguna novedad en estos últimos años. Saludos,
    El Tapir

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  2. Sr. Gran Uribe, sus enlaces son deliciosos. Abuso de su espacio para repetir tres frases que me han gustado mucho:

    "Militantes de la antipolítica que hoy en día se multiplican como setas parlantes para despreciar el sistema democrático, invocar la soberanía del pueblo y repetir sin descanso que todos los gobernantes son unos ladrones".

    "Pujol era el presidente de la Generalidad pero creía ser el presidente de Cataluña".

    "El gran sociólogo Cardús inició esta línea de pensamiento a propósito del caso Palau, cuando dijo que la corrupción en Cataluña era una consecuencia de la españolización del país".

    También estoy de acuerdo con el sr. El Tapir y adjunto definición RAE de energúmeno:

    energúmeno, na.

    (Del lat. energumĕnus, y este del gr. ἐνεργούμενος, poseído).


    1. m. y f. Persona poseída del demonio.

    2. m. y f. Persona furiosa, alborotada.

    Un saludo,

    Una admiradora

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