Barcelona, c/ Balmes / (2/8/2015) Foto: Nvts |
Bueno, El Roto y Javier Marías —dos personajes a los que sigue fielmente Gran Uribe — han bajado estos días la persiana y se han largado del "peinetero Madrid", como calificaba un primo de quien esto escribe a la "capital de las Españas" (según la llaman los soberanistas, con cierto rentintín y mueca de desprecio). Sin embargo, no sería nada verosímil que Gran Uribe dijera que se los ha encontrado por aquí, en las Pitiusas. Nada.
El Roto necesita recargar las pilas porque uno se puede imaginar el esfuerzo que debe de ser sacar una acerada viñeta como las suyas cada día. Se le echará en falta un montón. Pero lo necesitamos fresco como una lechuga en septiembre para ayudarnos a renovar nuestro espíritu crítico.
Viñeta de El Roto (1/8/2015) |
A este respecto, una carta a EL PAÍS SEMANAL nos ahorra hacer hacer más comentarios. Dice así:
Crear espíritu crítico
«Después de leer el artículo de Javier Marías Pasatiempo 601, me veo en la absoluta obligación de intentar dar respuesta a algunas de las preguntas que se hace relativas al para qué de sus cuatro lustros de artículos de opinión. Sencillamente, he de confesar que leo El País Semanal desde hace años prácticamente para llegar a su sección, para conocer su opinión sobre un tema particular –esté o no de acuerdo con ella– y, por encima de todo, para sentir que, con gran alivio, no estoy sola en muchos de mis pensamientos –o loca como bien menciona en el artículo–. Influir siempre conlleva un cierto grado de autoritarismo; sin embargo, el acompañamiento para crear un espíritu crítico –que es el sentimiento que a mí me despiertan sus escritos– es, en definitiva, el acto más hermoso que se puede realizar para uno mismo y para los demás. Gracias, señor Marías».
Ana Alarcón Sáez. Madrid
Pues sí, que descansen mucho y vuelvan pronto. Les echaremos de menos. El espíritu crítico, salvo honrosas excepciones, parece dormido y anda escaso.
ResponderEliminarLos que nos quedamos en ciudades, ahora "vivibles", los añoraremos aún más...
En Agosto todos echamos un poco (no del todo) el cierre por descanso del personal. MJ
ResponderEliminarLa foto de la calle Balmes que aporta nvts recuerda el aspecto que solían tener las calles barcelonesas en Semana Santa en los años cincuenta, o en agosto de los años sesenta a ochenta. Luego, poco a poco, las calles se han vuelto a llenar, sobre todo las del centro, y ya no hay tanta diferencia con el resto del año. A mí casi se me había olvidado este fenómeno, porque aquí, en Ibiza, pasa justamente lo contrario. La ciudad (y el resto de la isla) se vuelven inhabitables para los residentes, sobre todo en julio y agosto. Al ir al trabajo, a eso de las siete y cuarto de la mañana, uno se cruza con los que vuelven -ya vencidos- de las discotecas. Ellas, con sus vestiditos y sus taconcitos (a veces con los zapatos en la mano) y ellos con su camiseta cutre sudada... ¿Por qué esta diferencia tan acusada de vestuario? Alguien está haciendo el primo...
ResponderEliminarEl Tapir
Mi opinión respecto al asunto del vestuario es la siguiente, dicho sea sin ánimo de enfadar a ciertos colectivos. A las mujeres, por lo general, les gusta acicalarse para salir y disfrutan con ello: lavarse la cabeza, ponerse una toalla en ella y empezar el trabajo: cambiarse de vestido y de zapatos siete veces hasta encontrar la combinación perfecta, pintarse los morros y despintárselos otras siete veces, lo de los collares y pendientes, etc. Luego esperan que eso dé resultado, que la gente las admire por allí por donde pisan, aunque su ánimo no sea en absoluto el de ligar, que esa es otra historia.
EliminarConozco a pocos tíos, salvo esos que llaman "metrosexuales", que disfruten ejerciendo un ritual similar, y a las tías, además, les da igual cómo se pongan; es más, posiblemente les desagrada que vayan demasiado atildaditos y les hagan sombra.
Bueno, en fin, no sé si eso responde a la cuestión que se plantea al ver, cuando se dirige a trabajar, a los guiris que salen de las discotecas, ellas con sus vestiditos y ellos con la camiseta sudada.
Queda pendiente una cuestión sobre este asunto. Lo que acabo de describir, ¿me lo invento? Y en caso negativo: ¿es genético? ¿es educacional? ¿de todo un poco? Que hablen los expertos. Buenas noches a todos (y todas).
Seguramente es como dice "5 de agosto de 2015, 1:53", pero a ellas, tan arregladitas, ¿no les molesta que se les presente el tipo con bermudas rotos de 14 bolsillos, gorra de ecuatoriano (con perdón) y camiseta (ya) sudada? A mí, desde luego, me molestaría, pero será que soy de otra era...
EliminarEl Tapir
Si te enseñan las fotos del verano en la tableta, aún. Lo peor es cuando lo hacen en el móvil: los niños jugando en la playa, las montañas de Capadocia, aquí a punto de tomar el avión para Nueva York, y ésta otra en el Central Park patinando. Un hábil deslizar de dedos ampliando, reduciendo, buscando una determinada imagen, y tú sin ver tres en un burro. Son sesiones duras, pero aún quedan días para que eso suceda o sea que ¡hay que aprovecharlos!
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