miércoles, 12 de agosto de 2015

Noticias de Ibiza

El Consell pretende liderar un plan para evitar que Ibiza «muera de éxito»

El presidente Vicent Torres quiere crear un foro para pactar medidas contra la masificación

Con todos los respetos de Gran Uribe para ese sujeto, poco porvenir le concede uno a ese foro. El hombre aboga por un consenso urbanístico porque dice que no sabe si hay que seguir creciendo o no. ¡Caramba!, empezamos bien. Quiere que Ibiza no "muera de éxito" pero ha de andar preguntando por ahí si debe seguir creciendo. Mire señor Torres, no pierda usted el tiempo: ese consenso nunca llegará y los que quieren seguir construyendo a calzón quitado lo seguirán haciendo si no se imponen medidas contundentes que lo prohiban o limiten.
También habla de desestacionalizar el turismo. Señor Torres, nuevamente: podrá usted conseguir que vengan más turistas en invierno, quizá del Imserso, pero no dejarán de hacerlo los de julio y agosto si encuentran aquí todo el descontrol que andan buscando y estaremos en las mismas.
Tampoco conseguirá reducir el número de coches que entran en la isla en estos meses. Piensa hacerlo, dice, aumentando el número de autobuses de línea y poniendo un tranvía pero desengáñese, nadie le hará caso. Y si consiguiera reducirlo, cosa altamente improbable, lo único que pasaría es que aumentaría la flotilla de coches de alquiler porque, desengáñese de nuevo: los turistas no irán en autobús a ningún sitio, aparte de los pringados que van a las Salinas por ese sistema, por mucho que aumente su número.
Bueno, en fin, para qué seguir.


Pero para ser sinceros y también para que El Tapir no le acuse de chafaguitarras, Gran Uribe, en un encomiable afán de ver la botella medio llena en lugar de medio vacía como hasta ahora, ha detectado algunas mejoras. Sin ir más lejos, el horrible Beach Club de Cala Bassa (esa solitaria playa que aparece en la fotografía inferior) pone la música más bajita y menos horas. Ahora solo falta que dure y que cedan para uso público la playa que ocupan en un 75% con sus tumbonas, "camas balinesas", mesas para comer, etc. Lo explica Marta Torres en su artículo Las hamacas toman las playas de el Diario de Ibiza. Un escándalo y una vergüenza.

¡Albricias, menos música! Pero va y viene el aguafiestas de Mariano Planells y le espeta lo siguiente:

«Los problemas de Ibiza llevan años existiendo y siempre son los mismos y como aquí practicamos la alternancia política, cuando llega uno, derrumba lo que ha asentado el otro y viceversa. Es una buena táctica para pasar por político activo y conseguir que así nada cambie en realidad en el tejido social. Ahora vienen con la murga de los horarios de las discotecas y sabemos que, se haga lo que haga, al final casi nadie los cumplirá. Ibiza seguirá siendo una burbuja ruidosa insoportable. Y en octubre se repartirán los awards al club más escandaloso.

Toda la isla es una gran discoteca. Alguien ha dicho que el ruido hace vender bikinis, copas, pastillas y hay música hasta en las farmacias y en las funerarias. No es extraño que nadie pegue ojo en todo el solsticio de verano.


Playa de Cala Bassa en agosto / J. A. RIERA
Peor que el ruido es el estado desmembrado de los consumidores consumidos cuando salen de la disco al alba, al despuntar el sol por Talamanca. 
No hacen ruido, apenas tienen energía para eructar, el peligro es que se reúne un millar o mas de zombies que deambulan por la cuneta, o en plena carretera. Cada año caen varios clubbers cazados en el asfalto, poniendo la gota violácea y triste en la que debiera haber sido una hermosa noche de verano de rocío cristalino en la Ibiza húmeda.[...]



Una vez domados los relojes blandos de las discotecas, llegarán los party boats (que no debieran ni de poder operar en estas islas) y los beach clubs o cualquier antro con un nombre en inglés y desandarán por una parte lo que se haya andado por la otra. Son muchos años de Ibiza, uno conoce el percal y la comedia interesada de los politicastros. Ibicencos, perded toda esperanza. Solo rezad para que llegue octubre».

5 comentarios:

  1. Siento tener que decir que últimamente estoy coincidiendo bastante con los vaticinios apocalípticos del sujeto ese llamado Mariano Planells, al que, por cierto, no leo más que cuando lo publica usted en el Blog del Gran Uribe. Son demasiados años escribiendo diariamente el mismo artículo...
    El Tapir

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  2. Se me olvidaba decir que los ingenuos planes de nuestro presidente del Consell se corresponden con los del típico político recién llegado al cargo, sea del pelaje que sea. Y si espera obtener consensos, está perdiendo el tiempo. Nunca los obtendrá. Y hay cosas que no hay que regularlas, como piden ladinamente los que esperan que las cosas sigan igual. Hay cosas, como los party boats, que hay que PROHIBIR directamente. ¿Tanto cuesta defender los derechos de la mayoría frente a los intereses de cuatro empresarios privados y cuatro turistas bullangueros? Que se vayan a hacer ruido y a molestar a un parque natural de su país, y verás qué pronto se les presenta la policía... A veces pienso que más que un país "garantista" somos un país estúpido. Y así nos va...
    El Tapir

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    1. Completamente de acuerdo: ni foros, ni pactos, ni consensos ni mandangas. La palabra es PROHIBIR, a nadie se les habrían de caer los anillos por eso. El truco de los políticos (los antiguos y los que pisan moqueta por primera vez) es que parezca que hacen algo, dicen que harán para que no se diga, luego pasa el tiempo, llegan nuevas elecciones y vuelta a empezar." Hemos intentado pero no ha sido posible", "quisimos bajar los sueldos pero no pudo ser", y todo eso.

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  3. Prohibir y poner los medios para que se cumplan esas prohibiciones, porque si no de poco sirven.

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    1. Desde luego. Leyes y prohibiciones no nos faltan en este país; medios para que se cumplan, más bien pocos. El resultado es que nos podríamos haber ahorrado las leyes...
      El Tapir

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