Adiós a Rafael Chirbes

Rafael Chirbes, en el marjal valenciano de Pego, paisaje protagonista de En la orilla y de otras novelas suyas
[Fotografía de Mikel Ponce]

Así empezaba una excelente entrevista que le hizo ABC en 2013, quizá lo mejor que ha leído Gran Uribe sobre él en la prensa desde que se sabe que ha fallecido:

«Rafael Chirbes (Tavernes de la Valldigna, 1949) vive solo con dos perros, Tomás y Ramonet, en una casa que le compró a un camionero jubilado hace diez o doce años a las afueras de Beniarbeig, en la carreterita que se aleja sinuosa de las tapias del cementerio, en una región tan hermosa como degradada por urbanizaciones y puticlubs como buena parte de los personajes, endiabladamente humanos, de su paisaje literario».

En ella nos habla de Crematorio (la novela que se adaptó para la tele de manera excelente), de su magnífica En la orilla, de su forma de trabajar las novelas, de Balzac, de Clarín, de Galdós, de la novela realista del XIX y de todos aquellos que la tildaban de garbancera: "un grupo de escritores señoritos, o delicados, que no querían pringarse con el franquismo, querían estar por encima de él sin enfrentarse a él. Lo cual era imposible". Bueno, de los Goytisolo y otros de su generación... También habla de Juan Marsé, aunque de éste con toda la reverencia que se merece.

Aunque para él: «Sin pararme a pensar cuál es la mejor novela, de construcción y eso, creo que son seguramente La buena letra y Los disparos del cazador. Me gustan más las novelas cortas porque puedes manejar mejor las cosas, jugar con el material literario, quitar las comas...». 
Gran Uribe no las ha leído pero se propone hacerlo en breve.

Enlace: Rafael Chirbes: «No hay riqueza inocente»