Xavier Deulonder es licenciado en historia y una figura emergente. Además de escribir numerosos artículos para la wikipedia en catalán (imagínense su fiabilidad), también mantiene una frenética actividad en diversos diarios digitales nacionalistas y ha escrito algunos libros. Su último artículo, titulado Jo em planto pel català, publicado en el diario e-noticies, es una buena muestra de que cuando se parte de presupuestos erróneos no es difícil llegar a resultados un poco disparatados.
El bien documentado (a juzgar por el lugar donde se ha hecho retratar) Deulonder parece no haber viajado mucho, pues está convencido de que en un territorio no pueden convivir dos lenguas con normalidad. Por ello, propone eliminar el castellano de Cataluña. ¿De qué manera? Los catalanes deben dejar de conocer el castellano. No hay duda de que este sujeto promete. Nos lo explica de esta manera:
[...] «Este giro de cien ochenta grados en la situación lingüística de Cataluña no se puede conseguir a corto plazo, ni siquiera admitiendo que, después de la independencia, la única lengua oficial del estado sea el catalán, puesto que mientras todos los catalanes sepamos el castellano, es imposible eliminar la presencia social sin recurrir a métodos represivos y totalitarios, impropios de un sistema democrático e inaceptables en cualquier país civilizado.
Por eso, el primer paso para restituir al catalán el papel de lengua común que tuvo en Cataluña hasta principios del siglo xx, hay que empezar para dejar de considerar obligatorio saber el castellano, es decir, en la escuela el estudio y aprendizaje del castellano tiene que ser una materia optativa; quién quiera que a sus hijos les enseñen castellano, ningún problema, y quién quiera que les enseñen otra lengua o materia, también.
De este modo, de aquí veinte o treinta años, llegará al mercado laboral una generación joven donde podrá haber gente que el castellano o bien no lo sepa o lo sepa mal; entonces, será a partir de este momento, pero nunca antes, que, en Cataluña, incluso en Barcelona, editar libros o revistas, representar obras teatrales o exhibir películas en castellano dejará de hacerse, no porque esté prohibido —una cosa del todo inconcebible e inadmisible— sino porque, en el aspecto comercial, ya no resultará rentable».
»Y, con esto, espero haber dejado muy clara una idea, que a mí me parece fundamental: mientras todos los catalanes sepamos el castellano, el catalán estará siempre condenado a ser una lengua de segunda o tercera división».
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Pero Xavier Deulonder no está solo. Por su parte, el presidente del Institut d´Estudis Catalans, Joandomènec Ros, acaba de afirmar con contundencia en TV3 que, en una hipotética Cataluña independiente, "
sólo debería haber una lengua oficial y esta debería ser el catalán. Las lenguas pertenecen a los territorios y no a las personas. Es por ello que el bilingüismo mata y el trilinguismo también" [en referencia al castellano y el inglés]. Los políticos no lo dicen abiertamente por si acaso.