miércoles, 27 de agosto de 2014

La tomatina de Buñol (1)

Una fiesta que Uribe detesta. Se "celebra" siempre el último miércoles de agosto en el pueblo de Buñol (Valencia).
A él le gusta, debe reconocerlo, "La batalla del vino" de Haro, a finales de junio, y la prueba es que asistió alguna vez. Las connotaciones son un poco diferentes, entre otras cosas porque el vino no es un producto de primera necesidad para mucha gente (no es el caso de quien esto escribe).
Este año el público asistente se ha reducido mucho porque pedían 10 euros para entrar. ¿Y va alguien?, preguntaría su tío Gerardo. Pues sí, va alguien. Este año solo la mitad que el año pasado: 22.000 turistas en total, pero caray...
Bien, parece ser que hay sus más y sus menos con este asunto de la entrada a diez euros porque, entre otras cosas, no queda muy claro a quién irá a parar ese dinero, aunque se asegura que al "tercer mundo". ¡Hum!

El debate sobre si es ético desperdiciar toneladas de tomates para la celebración de la fiesta es tan antiguo como la fiesta misma, pero estos últimos años se ha intensificado debido a la crisis económica y la situación de muchas familias que recurren a los bancos de alimentos.
En fin, el debate continuará, porque no es probable que el ayuntamiento de Buñol renuncie a esta fiesta, que pone al pueblo en la mira de los medios de comunicación de todas partes (vienen muchos chinos, que lo pasan de miedo).




(Fotografías de Alberto Sáiz (AP) y Tania Castro)

2 comentarios:

  1. Detesto esta fiesta tanto o más que el Gran Uribe y por muchas razones, no sólo la del desperdicio estúpido y sin gracia de esas toneladas de alimento. Quizá la primera de ellas es irracional, "de piel". Y como dicen que una foto vale más que mil palabras, las fotos que ha escogido el Gran Uribe reflejan mucho mejor que mis torpes palabras esa sensación. ME DA ASCO y lo encuentro todo menos divertido. El gusto es libre, desde luego, pero hay gustos que merecen palos. Por cierto, me choca que un hombre serio como Uribe se haya adherido a la fiesta (foto nº 4), pero ahora lo comprendo: le han encasquetado una escoba para que recoja los desperdicios. Que les aproveche la tomatina. Saludos "sin acritud",
    El Tapir

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  2. Yo tambíen detesto esa fiesta, gran Uribe. Me parece una forma muy primaria e infantil de divertirse, además de desagradable. Mi rechazo es, en principio, visceral, sin querer entrar en otras consideraciones
    Claro que como dice El Tapir el gusto es libre y las formas de divertirse, aunque merezcan palos, pues lo mismo, Pero yo diría que hay formas de divertise, y algunas en este país, que dan mucho que pensar, e invitan, sin más, a una reflexión sobre la condición humana.

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