La respuesta es evidente. Es el avezado navegante que nos conducirá a la Arcadia prometida, un Estado bucólico pero industrioso, en el que todos seremos ¡al fin! libres y felices, ganaremos más pastuqui y no habrá corrupción porque no quedará ni un ápice de pujolismo, tampoco paro ni colas en los hospitales; en fin, nada de toda esa basura que nos han traído Madrit y el Estado de las Autonomías. Un paraíso en el que sus habitantes dejarán de llevarse sus dineros a Andorra (Pujol no es el único que lo hace, ojo al dato), o se lo traerán de allí para declararlo como bons patriotes que son a la Hacienda catalana, dinerito que será invertido en servicios públicos de calidad.
Quizá debamos aclarar que éste es un país que ha pasado tropecientos años reverenciando a unos sujetos que se llenaban los bolsillos a mansalva aprovechando su posición. A nadie se le cayeron los anillos y nadie dijo ni pío, ni dejó que otros lo hicieran. Y aquel que se atreviera a hacerlo... directo a la hoguera. Toda esta mierda que ha empezado a salir a la luz la quieren volver a esconder bajo la alfombra en dos días, para que así esto vuelva a parecer, de la noche a la mañana, un lugar tan limpio y transparente como el "Dream of Arcadia", y aquí no ha pasado nada. ¡Humm...!
"Gran Timonel": tu también mirabas para otro lado. ¿Serás ahora nuestro nuevo redentor?
Rumbo a la Arcadia prometida / granuribe50.blogspot.com.es |
Reinterpretación de "Dream of Arcadia", de Thomas Cole (1838), adaptada al "hecho diferencial catalán" (granuribe50.blogspot.com.es) |
Bueno, esa Arcadia prometida, ahora, y por más que se quiera esconder la mierda bajo la alfombra, algo se les desmonta, ¿no?
ResponderEliminarEn cuanto al "hecho diferencial", yo diría que también se va a ver algo ensombrecido. Este país, léase España, cria ladrones, más o menos asociados a la vida política, en todo su territorio, y con bastante paridad. Sin diferencias, vaya.