viernes, 22 de agosto de 2014

Barcelona, otro paraíso

Uribe sale de una isla de locos para volver a una ciudad que también se está llenando de locos.
El alcalde Trías, fiel vasallo de CiU, ha entregado la ciudad al gran capital y a los guiris. Se trata, básicamente, de "hacer caja" que poder donar a su partido, a costa del bienestar de los habitantes de toda la vida. De esta sencilla manera Barcelona se ha dejado en el camino su personalidad. Ha pasado en las Ramblas, en el paseo de Gracia, en la Diagonal, por el ensanche, etc. También en la Barceloneta, solo que aquí el ambiente de piratería se empieza a parecer bastante al del "paraíso" de Ibiza del que proviene un servidor.
Los vecinos ya están hasta el gorro y se han rebelado. Yo si fuera Trías me andaría con ojo porque detrás de esta protesta está gente que le quiere echar de la alcaldía en las próximas elecciones y se lo tendrá bien merecido.
Un mensaje de Uribe para Trías: ¡No te servirá de nada hacerle la pelotilla al Rei Artur! . Él es un cadáver y tú también.


Más vídeos en Antena3

Y ahora dos imágenes tomadas directamente del vídeo de Antena 3, de ahí su escasa calidad.

2 comentarios:

  1. Caramba, parece que alguno de estos individuos ha tomado notas en nuestro West End sanantoniano y va a por la matrícula. Desde luego, la horterada, la ordinariez y el mal gusto imperan por doquier, y parece que no haya otra forma de divertirse que no sea ofendiendo al vecindario, que, asqueado, ya no sabe qué hacer ni a quién recurrir. Antiguamente, solía bastar con el guardia de la porra (en Ibiza llamado familiarmente "porrero"). Hoy, ni está ni se les espera. El "cliente" siempre tiene razón... Absoluta solidaridad con los sufridos vecinos. Saludos,
    El Tapir

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  2. En este neoliberalismo loco, y salvaje, en que vivimos, si vende, todo vale. Se venden los países como "Marcas", sin el menor empacho por parte de los gobernantes, y sin que les asome ni el más mínimo rubor. Y las ciudades, pues lo mismo, aunque no se use la palabreja. Los ciudadanos ni pinchan ni cortan. Para nada. La ciudad, desde hace ya mucho, ha dejado de ser suya.
    Mercantilismo puro y duro. No hay más...

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