Musikverein de Viena |
El concierto de valses, al que asisten todos los burguesots de Viena, suele ser un poco apayasado. Hay buen humor y el director, aunque sea un tipo circunspecto, suele ser el primero en hacer el tonto. Menos este año: Ricardo Muti no está para bobadas y ha dirigido un concierto serio (dentro de lo que cabe, las tradiciones se respetan), por primera vez en muchos años.
Enlace: Con los Strauss, bromas ninguna
Mancillaron de manera miserable la manifestación de rechazo por el atentado de las Ramblas, ninguneando el dolor de los allegados. El espacio público, todo tipo de eventos, fiestas y manifestaciones culturales, la televisión (TV3), todo está contaminado por el procés y la cosa no tiene visos de menguar, más bien al contrario. Pero las salas de conciertos...
¡Que no nos contaminen también la música, por favor!
Lo que hacen en el Palau de la Música, aparte de un provincianismo lamentable, es casi de juzgado de guardia. Ahora que empieza el año, he aquí un modesto deseo: ¡Que no nos contaminen también la música, por favor!
Gran Uribe les ofrece una pequeña 'recreación' de esa hermosa sala con todo tipo de banderas y gallardetes (de Austria, del Imperio austrohúngaro —el de Berlanga—, de Alemania, del Tirol, de Baviera, etc.). No hemos puesto ningún símbolo nazi para no liarla y también para no dar ideas.
Simulación infográfica de la "Sala Dorada" del Musikverein, de Viena, durante el concierto de Año Nuevo (2018) [Hans Punz (AFP) / granuribe50] |
Lo que ocurrió en el Palau en el concierto de l'Orfeó Català esta pasada Navidad fue un atentado a la inteligencia, fue una falta de respeto a la música. Estos individuos que se creen que son más que los demás están convencidos que pueden estropearlo todo con tal de imponer su ideología. He visto como pintaban lacitos sobre esculturas o las empapelaban con carteles y panfletos. ¡Es una pena!
ResponderEliminarSalud
Me temo que estas cosas acaben siendo el pan nuestro de cada día en todo tipo de eventos y no solo algo puntual del concert de Sant Esteve. Esta apropiación de todo por parte de unos (y a los demás que nos zurzan, por apestados que no siguen la misa oficial) tiene un tufillo que no me gusta nada. Suena a una especie de apartheid. Mal asunto.
EliminarEs curioso, pero en ese concierto, en la sala dorada había un montón de chinos y japoneses que aplaudían a rabiar. Se les veía radiantes. O antes no había tantos o yo no me había fijado en eso. MJ
ResponderEliminarPues espérense ¡¡¡¡ la ANC quiere convertir la cabalgata de Reyes en una manifestación de lazos amarillos. Así lo ha hecho saber.
ResponderEliminarQue cada uno saque sus conclusiones, porque tengo entendido que los reyes son para los niños, pero aquí hemos perdido la vergüenza y los primeros son nuestros ediles del Ay untamiento.
Salut
La ANC y Ómnium siempre con las capulleces cutres.
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