martes, 2 de enero de 2018

¡Que no nos contaminen también la música!

Musikverein de Viena
Un edificio de finales del XIX, el famoso Musikverein de Viena, de inspiración clásica, como queda patente en la fotografía adjunta, con su orden gigante de pilastras, el remate de las ventanas y el frontón de la fachada principal. Y dentro, la "sala dorada", se dice que una de las de mejor acústica del mundo. Y en la dorada sala, un clásico: el concierto de Año Nuevo, ese que Gran Uribe suele ver desde hace tropecientos años, tras los tradicionales saltos de esquí de ese día desde Garmisch-Partenkirchen (en Alemania, junto a la frontera con Austria).

El concierto de valses, al que asisten todos los burguesots de Viena, suele ser un poco apayasado. Hay buen humor y el director, aunque sea un tipo circunspecto, suele ser el primero en hacer el tonto. Menos este año: Ricardo Muti no está para bobadas y ha dirigido un concierto serio (dentro de lo que cabe, las tradiciones se respetan), por primera vez en muchos años.



Y ahora otro asunto, de no menos interés para este bloguero. Si han visto las fotografías del interior de la "sala dorada" durante el concierto o seguido con atención el vídeo, habrán observado que, salvo algunos toques navideños, no hay en ella ningún trapo pintado de colores (léase "bandera") ni enseña política de ninguna especie, faltaría más.

Mancillaron de manera miserable la manifestación de rechazo por el atentado de las Ramblas, ninguneando el dolor de los allegados. El espacio público, todo tipo de eventos, fiestas y manifestaciones culturales, la televisión (TV3), todo está contaminado por el procés y la cosa no tiene visos de menguar, más bien al contrario. Pero las salas de conciertos...

¡Que no nos contaminen también la música, por favor!

Lo que hacen en el Palau de la Música, aparte de un provincianismo lamentable, es casi de juzgado de guardia. Ahora que empieza el año, he aquí un modesto deseo: ¡Que no nos contaminen también la música, por favor!

Gran Uribe les ofrece una pequeña  'recreación' de esa hermosa sala con todo tipo de banderas y gallardetes (de Austria, del Imperio austrohúngaro —el de Berlanga—, de Alemania, del Tirol, de Baviera, etc.). No hemos puesto ningún símbolo nazi para no liarla y también para no dar ideas.

Simulación infográfica de la "Sala Dorada" del Musikverein, de Viena, durante el concierto de Año Nuevo (2018)
[Hans Punz (AFP) / granuribe50]

5 comentarios:

  1. Lo que ocurrió en el Palau en el concierto de l'Orfeó Català esta pasada Navidad fue un atentado a la inteligencia, fue una falta de respeto a la música. Estos individuos que se creen que son más que los demás están convencidos que pueden estropearlo todo con tal de imponer su ideología. He visto como pintaban lacitos sobre esculturas o las empapelaban con carteles y panfletos. ¡Es una pena!
    Salud

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    1. Me temo que estas cosas acaben siendo el pan nuestro de cada día en todo tipo de eventos y no solo algo puntual del concert de Sant Esteve. Esta apropiación de todo por parte de unos (y a los demás que nos zurzan, por apestados que no siguen la misa oficial) tiene un tufillo que no me gusta nada. Suena a una especie de apartheid. Mal asunto.

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  2. Es curioso, pero en ese concierto, en la sala dorada había un montón de chinos y japoneses que aplaudían a rabiar. Se les veía radiantes. O antes no había tantos o yo no me había fijado en eso. MJ

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  3. Pues espérense ¡¡¡¡ la ANC quiere convertir la cabalgata de Reyes en una manifestación de lazos amarillos. Así lo ha hecho saber.
    Que cada uno saque sus conclusiones, porque tengo entendido que los reyes son para los niños, pero aquí hemos perdido la vergüenza y los primeros son nuestros ediles del Ay untamiento.
    Salut

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    1. La ANC y Ómnium siempre con las capulleces cutres.

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