lunes, 29 de enero de 2018

Cataluña y la "Conspiración de silencio"

Conviene a veces (cuantas más, mejor) volver a Lluís Bosch, un hombre lúcido y un escritor como la copa de un pino. G.U. lo hace a menudo. Hoy nos habla de "Cataluña y la espiral de silencio", expresando de esa manera tan suya lo que los demás hemos pensado muchas veces pero somos incapaces de verbalizar. Y es que... "el que vale, vale, y el que no... 'pa' cabo", como se decía en aquellos tiempos heroicos en que la mili estaba vigente (Gran Uribe, por cierto, suspendió en Melilla el examen 'pa' cabo. Quedó en soldado raso, y bien que lo lamentó). Seleccionamos unos párrafos.

Adaptación del cartel de la película "Conspiración de silencio", de John Sturges (1955) , con Spencer Tracy / [granuribe50]

«Eso que se llama Cataluña sigue sumido en la espiral del silencio. Lo denunciaron algunos, pero el asunto cayó en el olvido. El silencio de los unos durante el ruido de los otros. Sin saberse cuando van a disminuir los unos su ruido para que los otros podamos hablar, también. De nada sirve votar si después de votar prosigue el silencio. No se puede convivir callando.¿Cómo se puede abordar el asunto de la convivencia entre diferentes, cuando una parte está deliberadamente silenciada? Algo que aprendí en la docencia es que, para empezar a hablar, hay que esperar a que el auditorio esté escuchando. Mientras todos hablan (o gritan, o vociferan), es mejor callarse. Y esperar.


Inés Arrimadas (21D / 2017)
El partido político "Ciudadanos" ganó las elecciones catalanas del 21 de diciembre de 2017. Eso es una realidad objetiva. No es posible contar el resultado de las elecciones empezando con otra frase. El dato es muy importante, y es un dato histórico, porque jamás, en Cataluña, un partido de corte explícito no-nacionalista había ganado unas elecciones. Ha pasado algo que es muy importante. Es un cambio. Es una realidad nueva a la que hay que prestarle atención. 

Cuando un elefante entra un tu casa puedes simular que no ha entrado nadie, claro está, y puedes mirar hacia otro lado y hablar de bloques de la república y de bloques del 155, pero el elefante está ahí. El elefante está andando en medio de tu comedor, y es muy probable que te rompa los muebles aunque los creías eternos porque eran de Muebles Pujol e Hijos y Sucesores.

Cuando un elefante entra un tu salón puedes reaccionar de muchos modos. Lo más manido es hacerte el loco, o el ciego, o el miope: simular que no ves al elefante, o contar que el elefante es, en realidad, un ratoncito. Algo así es la opción de nuestro hombre en Bruselas, el presidente que se marchó al frío y pretende volver en efigie. Pero hay más opciones. Otra alternativa es, aprovechando el advenimiento de las "redes sociales", insultar al elefante. Pero tienes más opciones todavía. Puedes adoptar un soslayo etnicista y proclamar que el elefante es ilegítimo porque viene de fuera, y que ese elefante no solo es un elefante charnego si no que también es de clase baja, que fue un quinqui, de joven, y que debemos unirnos para echarle.[...]

Cuando el independentismo tiene un arrebato de lucidez, suele decir que el proyecto es inviable mientras no consiga unas cuotas mucho más amplias de aceptación social, de apoyos. Hablan de ampliar "la base social" del independentismo, lo cual es una referencia velada a la aceptación de lo anterior, del conflicto de clases. Entonces: ¿se puede ampliar esa base social tratando a los que no son independentistas de "quinquis", marginados y seres despreciables?

¿Quieren ampliar la base social o pretenden una confrontación sin fin? ¿Su lucha es contra "España"  o contra la mitad (algo más de la mitad) de los catalanes que no les bailamos el agua? Creo que ese es uno de los debates que deberían afrontar. Lo malo de todo eso es que no hay ninguna propuesta más allá del encastillamiento, del empecinamiento.

Sea como sea, el silencio impera en Cataluña. El silencio de quienes no aceptan la realidad de las elecciones. El silencio de quienes no solo nos callamos si no que retiramos nuestras publicaciones por miedo. El silencio de quienes no contamos qué votamos el 21D. El silencio de los medios que silencian el ganador de las elecciones. El silencio. El silencio ante las algaradas supremacistas de los pseudointelectuales mediáticos.[...]

Hace unas semanas pensé que la espiral de silencio llegaba a su fin, por fin. Pero estaba equivocado. Una vez más».

2 comentarios:

  1. Menos en TVEN3 y sus "tontulianos", que no paran de arengar al 9´5% del share que tienen por audiencia.
    Salut

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  2. Claro que sí, una conspiración de silencio. Pero en Dinamarca la profesora danesa Wind recordó a Puigdemont, entre otras muchas cosas, que quedaba claro que, según el resultado de las elecciones, aproximadamente la mitad de los catalanes no eran independentistas (y dijo, no voy a discutir números, es la mitad). Así es que lo han entendido todos, menos los que, como dice Lluís Bosch, no aceptan la realidad de las elecciones. Quieren que sea más de lo mismo. Pero puede que ahora ya sea demasiado de lo mismo. De momento se empiezan a tirar los trastos a la cabeza. MJ

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