Han pasado diecinueve años y Gran Uribe casi no hay ningún día en que no tenga un momento para recordar a Patiña y la noche en que se nos fue... Aquí la tenemos, tan ufana, en Hostalrich en el verano de 1951, con todo aún por venir...
Cuántas cosas me quedaron por decirle, preguntarle, comentarle...¡Qué pequeña me veo ahora al lado de lo que ella fue! Haber sido sus hijos, un privilegio que nunca valoraremos lo suficiente. nvts
Sin comentarios.
ResponderEliminarUn abrazo.
No se que decir.
Cuántas cosas me quedaron por decirle, preguntarle, comentarle...¡Qué pequeña me veo ahora al lado de lo que ella fue! Haber sido sus hijos, un privilegio que nunca valoraremos lo suficiente.
ResponderEliminarnvts
En efecto, no todo el mundo tuvo el privilegio de tener una madre como ella...
EliminarInolvidable "Patiña".
El Tapir
Nada más que añadir, por mi parte.
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