viernes, 12 de enero de 2018

El día que nos enteramos de la gran falacia

Juan José Millás, ya saben, el del gin tonic de media tarde, tiene la virtud de decir en 20 líneas y "sin bajar del autobús" lo que Gran Uribe lleva desde hace días intentando explicar aquí: lo que sucede cuando nos enteramos de la gran falacia.

«Esta niña de siete años ya no cree en los Reyes, pero todavía no lo sabe. El pasado día 6 se levantó pronto y fue al salón, donde estaban expuestos los regalos. La envoltura del suyo así como la cinta que adornaba el paquete le resultaron familiares. Eran las mismas de un obsequio que había recibido meses antes su hermana mayor por el cumpleaños. Sintió una extrañeza muda y apartó una idea turbadora de la cabeza para centrarse en el juguete electrónico, muy deseado, que le habían traído los Magos. Mientras lo manipulaba, observó de reojo que sus padres, ajenos a lo que ocurría por debajo de sus rodillas, se daban las gracias mutuamente, ella por el portátil y él por la cartera de piel que les habían dejado Melchor, Gaspar y Baltasar. Le pareció raro este intercambio, pero siguió a lo suyo.

Día de Reyes. Los niños abren sus regalos. GEMA GARCÍA

El lunes, cuando regresó al colegio, una compañera le dijo que los Reyes eran los padres. ¿Los padres de quién?, preguntó la niña, y su amiga se rio: los padres en general, respondió. Pensó en unos padres abstractos, con el rostro borroso, entrando en las casas por las noches cargados de regalos. Entre tanto, en su mente se fue abriendo paso una sospecha como un buque en medio de la niebla. A lo largo del día, y aunque intentaba pensar en otras cosas, la quilla del buque, afilada como la de un rompehielos, quebraba todas sus defensas y progresaba hacia realidades desconocidas, pero de las que había oído hablar. Realidades en las que dos y dos eran cuatro y donde la gente no vivía en las nubes. Ella viajaba en ese buque, asomada a un horizonte que la alejaba del mundo de la infancia para ingresar en otro que, aun de lejos, le pareció hostil. Durante la cena, su madre le preguntó si le ocurría algo, y ella dijo que no, que nada».

1 comentario:

  1. Más o menos fue lo que nos pasó cuando nos enteramos.

    ResponderEliminar