«Arenys de Munt es el primer municipio catalán que sancionará a las personas que retiren lazos amarillos en apoyo a los políticos catalanes presos. El acuerdo se ha tomado en el pleno consistorial presidido por el alcalde, Joan Rabasseda (ERC) y toma forma de declaración institucional en la que plasma que se “valorará la posibilidad de sancionar a las personas que retiren símbolos de la vía pública y de espacios privados”. El pleno del municipio cuna de las primeras consultas independentistas podrá sancionar con hasta 200 euros a los llamados “limpiadores” brigadas de personas contrarias a la simbología en las calles y que actuan en grupos para retirarlas. La medida, a parte del partido en el gobierno, ERC, contó con el voto favorable de PDeCAT, la CUP y PSC y el único voto negativo del concejal del PP».
Hoy en Llafranc se han vivido momentos de mucha tensión. Esto irá a más, pero no vamos a dejar que los supremacistas ocupen el espacio público. pic.twitter.com/l1DvPN0Swt— Josep Ramon Bosch (@josepramonbosch) 20 de mayo de 2018
Una entrañable jornada playera la de ayer. Aparte de que G.U. ha emprendido una drástica operación bikini, ha decidido que había que complementarla con baños de sol para "ligar bronce", y así lo hizo ayer en una playa al norte de Tabarnia.
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| Diversas payas del norte de Tabarnia (20/5/2018) |
Pero, como señala R. de E.en Las playas serán siempre suyas: «El peligro amarillo se está instalando en las playas catalanas, donde los del CDR de turno, convencidos de que el espacio público es suyo, se dedican a clavar unas siniestras cruces que convierten lugares pensados para la relajación y la holganza en una especie de cementerios de las sonrisas. Cuando las playas se llenen y no se quepa, igual les da por clavar las cruces en la tripa de los turistas —o en el corazón, si proceden de Transilvania—, por insolidarios y egoístas. De momento, la cosa va generando enfrentamientos entre los guardianes de las esencias y los que consideran que una playa no es un cementerio».
En efecto, el ambiente no era el más adecuado, ya que había que esquivar cruces amarillas para poder poner la toalla en la arena. Sabedor de que se empieza a sancionar a la gente que quita lazos amarillos, se ha temido ser multado por retirar alguna crucecita para conseguir colocar la toalla. Pero ha habido gente con más h***** que lo ha hecho por él. Lo malo es que esto va cogiendo una pinta muy fea y algún día empezará a haber serios problemas de violencia entre los propios catalanes. Todo es empezar. El que avisa no es traidor, pero es que tenemos al president ideal para conseguir la total balcanización de la región, que parece ser que es lo que se pretende.
El caso es que volvió de bastante mal humor y un poco congestionado a casa, y aún da gracias de que no le cayera en la cabeza un gato que se precipitó ayer en su terraza procedente del cuarto piso. La dueña, que padece del corazón, llegó desesperada a casa y logramos localizar a la criatura acurrucada junto a unas macetas que acababa de destrozar en su caída, y que quizá amortiguaron el golpe. Un poco más y tenemos que avisar al 112 por el tema de la dueña.
No inquietarse: hoy han vuelto ambos del hospital de gatos donde fue ingresado. Tiene siete vidas, como corresponde a esa especia de animal de compañía, y salvo alguna herida superficial y una congestión en el tórax, todo es OK.
Pues ya tenemos en la primera noticia el proceso de "legalización" frente a lo trascendental. Igual que en la Alemania del primer ministro Adolf, en el 1933.
ResponderEliminarSi yo legalizo una cosa trascendente, le estoy dando caracter de Ley.
A usted le pueden gustar o no los lazos amarillos. Si le agrada se lo pone, y sino no se lo pone.
De la misma manera, hay quien lo coloca en un lugar público, porque le agrada, de tal forma que hay quien los quita, porque le desagradan.
Al legalizar la "ley de lazo" impiden a una parte de la población, el 52%, manifestar su desagrado.
Luego, ya estamos entrado en otra fase, la fase de lo que debemos hacer o no, según la idea del gobernante.
Hay que leer a Hannah Arendt, y la banalización del mal.
salut
Uffff como siga esto así....
ResponderEliminarYo tuve un gato que tambien cayo desde la terraza y no le pasó nada y eso que vivo cuatro pisos mas arriba que tu vecina, los gatos, suelen voltearse al caer y si hay suficiente altura caen de pie. El problema del gato de tu vecina es que no aterrizó en terreno plano, las macetas rotas del frenar el golpe fuero las que le hicieron heridas...
Eliminar¿Y desplazar una cruz para tener sitio, se podrá?
ResponderEliminarHoy el PNV y Bildu han publicado el preámbulo del nuevo Estatuto de Euskadi, ese que solo piden ellos, y en él se distingue entre personas con ciudadanía vasca y a personas con nacionalidad vasca. Eso sí, a los primeros, estatus que se consigue solo con vivir en Euskadi, "se les permitirá el acceso a los servicios públicos". Y pongo comillas pues así lo he leído textualmente. Esto es lo que hay y que ustedes ya van conociendo bien con los homólogos de estos fenómenos que viven en su tierra.
ResponderEliminarMención aparte merecen los acomplejados del PSOE, PSE y PSC, casi siempre dispuestos a comprender a los chicos anteriores, que en el fondo no son malos, no como esos fachas... Tenía la esperanza de que el partido del señor Sánchez virara hacia la sensatez (obligado por las circunstancias, eso sí), pero después de leer lo de Arenys, me he vuelto a caer del guindo. Y lo lamento doblemente pues en el fondo creo que la socialdemocracia es imprescindible en esta Europa, que no deja de ser su principal creación.
Mateo M.
No me puedo creer lo que estoy viendo. Mis paisanos (o parte de ellos) se han vuelto locos. Pero lo del ayuntamiento de Arenys de Munt supera todo lo imaginable del disparate, la insensatez y, sobre todo, la desfachatez. ¿Se podrá llegar al absurdo de que a uno le multen por quitar una crucecita de la arena? ¿Dónde conduce todo esto?
ResponderEliminarEl Tapir