martes, 29 de mayo de 2018

Hasta siempre, María Dolores Pradera

Magnetofón REMCO
Gran Uribe la recuerda, en los años en que entró la televisión en la casa familiar, trabajando en algunas obras del mítico Estudio 1. Por aquel entonces ya estaba separada de Fernán Gómez y empezaba a dedicarse a la canción, actividad en la que rápidamente se convirtió en artista de culto. Todas sus canciones nos gustaban, pero una en especial le quedó grabada a G.U. por tenerla grabada (valga la redundancia) en el no menos mítico magnetofón REMCO. Estaba extraída de un programa de Ángel Álvarez, un tipo que siempre traía buena música a sus programas de radio. Y ahí quedó inmortalizada en una cinta que oíamos miles de veces, junto a cosas de Kris Kristofferson, Gordon Lightfoot, Van Morrison, Jethro Tull, Pink Floyd, Simon@Garfunkel, los Creedence Clearwater Revival y otros monstruos que nada tenían que ver con la música que ella practicaba...

Lo malo es que, con el tiempo, todo tipo de pelmas se le han subido a la chepa con ese tipo de colaboraciones en forma de dulzones duettos, apartándola un poco de la esencia de su repertorio. Pero en fin, a lo que íbamos; "Dos puntas" no es ni mucho menos la canción más conocida suya pero... dado que nadie la cita en sus obituarios aquí se la ofrecemos:

"Dos puntas" (Carlos Montbrun Ocampo) / María Dolores Pradera y "Los Gemelos"

2 comentarios:

  1. Me gustan todas las que canta, pero la que se me ocurre ahora es "Caballo viejo". MJ

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  2. Como el G.U. y yo debemos ser más o menos de la misma, o parece, quita, hemos vivido y escuchado las mismas cosas. Y entre ellas, las joyas de María Dolores Pradera.
    Digo joyas ahora, porque cuando era un mozalbete, despistado y aturdido, me creía en posesión de la verdad absoluta por ser ‘disfrutador’ de músicas diametralmente distintas a las que programaba la radio del régimen; y por eso en aquellos oscuros y grises tiempos, escuchar a María Dolores era, o de viejos, o de carcas, o de horteras…
    Con el paso de los años, cuando mi cultura musical se volvió más cosmopolita y menos encorsetada, empecé a apreciar el flamenco, la copla… y a María Dolores Pradera, a la que ahora amo y peno su ausencia.

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