Y ya que hablamos de falseamientos, utilizamos algo que hemos leído en DC. El nacionalismo, como falsificación y sucedáneo de lo religioso, tiene aquí la versión secularizada: profetas (como Prat de la Riba), mesías (Macià, Companys, Pujol, Mas, Fuigdemont), pueblo escogido (el catalán, naturalmente), demonio con cuernecitos, fuego y forca (los españoles, claro), promesas mesiánicas (gelat-per-postres-cada-dia, pensiones estratosféricas y pleno empleo), redención (hablar catalán), santos (catalanes ceballuts), pecadores (tabarneses e hispanoparlantes), genealogías sagradas (la famíglia Pujol, por ejemplo), paraíso (Catadisney) e infierno (Cataluña autonomista y España, claro está).
Torra luce ufano la camisa parda [granuribe50] |
Y por eso damos la bienvenida al president racisTorra (Ku Klux Quim). Aquí estamos para oponerle la mano firme y decidida de la Cataluña normal, esa que está dispuesta a superar el anaftalinado etnicismo suprematista que representa ese desagradable sujeto, quitándole la careta de una puñetera vez. Y para eso, precisamente, necesitamos a ese tipo imprudente y sin doblez, impresentable en ningún foro civilizado, un patanegra y camisaparda como él; necesitamos bien a las claras sus maneras de hooligan para dejar delatado de una vez por todas el racismo que subyace detrás del susodicho almíbar.
Tanto tildarnos de "fachas" a los que no compartimos su religión, ahora tenemos aquí a un "facha catalán" de libro.
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Magnífico artículo, del que me ha gustado especialmente el último párrafo. Como se dice que dijo Franco al morir Carrero Blanco, "no hay mal que por bien no venga". Y quizás sea el caso. Ya empezaba a hartarme de la cursilería que impregnaba toda la parafernalia del "procés" y su "revolución de las sonrisas", que tan bien sintetiza GU en el penúltimo párrafo de su escrito. Al menos hemos ganado en claridad: al fin sale un tipo que desvela descarnadamente y sin tapujos los aspectos menos presentables de este (y de cualquier) nacionalismo, y que tan escondidos habían estado hasta ahora. Los que pregonaban y creían sinceramente en el carácter integrador del "procés", de ninguna manera pueden estar de acuerdo con este repelente personaje. Y sin embargo, en el Parlament no ha tenido ningún voto negativo en el lado separatista. ¿Cómo se explica esto, señores y señoras separatistas? Quienes sí parecen haberse dado cuenta del asunto son el señor Domènech y la señora Colau. ¡A ver si por fin dejan de hacerles el caldo gordo a los separatas! Bueno, vamos a esperar acontecimientos y a ver cómo vuelve el señor Torra de su viaje a Berlín...
ResponderEliminarEl Tapir
Suscribo de cabo a rabo su artículo, G.U. y su comentario, Tapir.
Eliminar¿No habrá nadie dentro de las filas "processistas" que discrepe, aunque sea levemente? ¿Todos los medios de comunicación del procés y todas las personas que trabajan en ellos están de acuerdo con este giro de última hora? No me lo puedo creer. Tenemos un problema descomunal. MJ