miércoles, 9 de mayo de 2018

La "isla mágica" y "les coses dolentes"

Éramos pocos y parió la abuela. Hay plaga de muchas cosas en esta "isla mágica" (la xilella, la cochinilla, el picudo rojo, etc.) y empiezan a revivir plagas de otro tipo: los mafiosos, delincuentes y gamberros de todo el orbe, los party-boats, los beach-clubs, etc., además de los atascos en todas las rotondas de la isla, en los supermercados, en los mercadillos presuntamente hippies (que se nutren de cosas hechas en Bali), en las playas y en las tranquilas calas...

Por suerte, los campos del interior seguirán sin ser visitados por nadie (G.U. es una excepción en ese ámbito) más que cuando están situados en alguna ruta que lleve hacia la costa para llegar a tiempo de vitorear la puesta de sol. Aunque, ¡ojo! en esa alocada ruta hacia el sublime momento, uno puede topar con todo tipo de serpientes, esas que empiezan a despertar de su hibernación en los olivos que fueron importados para decorar los jardines de las grandes villas.

"¡No sé qué tiene esta isla que solo atrae cosas malas!" / [Viñeta de Franky, Diario de Ibiza (7/5/2018)]
Y vuelven a inquietar las prospecciones, en esta ocasión mediante la técnica de 'air-guns', la que utiliza el proyecto de sondeos acústicos Medsalt-2. Hay quien se sospecha que bajo una especie de cortada científica para prevenir terremotos se esconde lo de siempre: el ansia de las multinacionales para encontrar petróleo en el subsuelo marítimo balear.

El caso es que uno abandona la isla mañana sin haber visto ni un solo lacito amarillo ni estelada alguna en los balcones o edificios públicos. Aunque, eso sí, quizá un poco deprimido porque ha hecho un tiempo peor de lo que esperaba y, por si fuera poco, con el estrés que se ha traído estos días, ha acabado perdiendo su preciada cámara de fotos.

3 comentarios:

  1. Hombre, al menos el amarillo se ha tornado pálido.

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  2. Es que, aunque para algunos sea difícil de admitir, hay vida fuera de "esteladas", lacitos y otras sandeces. Había puesto una palabra más fuerte que sandeces y que me gusta más.
    Por cierto, G.U., perder una cámara de fotos es muy fácil. Como no se lleva puesta, se puede dejar en bastantes sitios y luego, vaya usted a buscar. Nos ha pasado a muchos. Cosa que ya sé que, a veces, ni siquiera consuela. MJ

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