Seguimos inmersos en la realidad virtual

Ay Señor, señor, qué hemos hecho para merecer esto. A mucha gente le emocionó el discurso de toma de posesión del costurero Torrent, considerando que su intervención tenía un cierto talante conciliador ("vengo aquí a coser heridas": si así fuera —que no lo es—, pocas veces los resultados obtenidos se ajustarían menos al objetivo propuesto).

La realidad virtual (la republiqueta) del costurero Torrent

No es el caso de G.U., quien, no es por hacerse el listo, le vio el plumero desde el minuto cero. Aunque, para decirlo todo, había visto vídeos con intervenciones suyas que no le agradaron nada. Un incompetente fanático que está haciendo todo lo posible para que ningún candidato de los que proponga sea compatible con la supresión del 155. Continuamos, pues, inmersos en una extraña realidad virtual, y todo ello en espera de la coronación simbólica del fugitivo. Pero aquí, hagan lo que hagan, todo está bien visto si es en nombre de la Republiqueta catalana, esa cosa que han vendido con éxito a bastantes incautos (los del lacito amarillo, por ejemplo), especialmente en Tractoria pero también en Tabarnia. Uno se los cruza cada día por la calle, y bien ufanos que lo lucen. Es una manera de identificar al personal: los que lo llevan son los buenos ("dels nostres"). Los que no ... en un pueblo pequeño pueden quedar marcados per sempre.

Viñeta de Alfonso Michavila (13/4/2018)

Viñeta de Alfonso Michavila (Febrero de 2018)