martes, 24 de abril de 2018

Habla el inventor de "Espanya ens roba"

Veamos lo que dice Alfons López Tena, el independentista inventor del "Espanya ens roba" (¡en mala hora, malandrin!) y también del vocablo "procesismo" (tantas veces utilizado en este blog, aunque uno creía que fue Lluís Bassets el que lo utilizó por primera vez). Esa palabra intenta describir al procés como un medio de vida para muchos, como perpetuum mobile, como elemento que hace girar la rueda del hamster al infinito. En fin ya saben. El caso es que a López Tena hace un tiempo que no le gusta en qué ha devenido esto y no tiene ningún problema en decírselo a quien quiera escucharlo (no es el caso de TV3, obviamente, donde probablemente está vetado).

Aquí no lo pueden ni ver y me lo están moliendo a palos en las redes por la última entrevista que ha concedido. Ya saben que eso de la disidencia no está muy bien visto por estos pagos y suele recibir severos correctivos. De ella, suprimimos el formato pregunta-respuesta y nos circunscribimos a algunas de las cosas que ha dicho. Obviamos el tema de la justicia alemana, más coyuntural, al que se dedica un buen espacio; si eso despierta su interés, les remitimos al final al enlace a la entrevista completa en su formato original.

La cosa empieza con esta especie de entradilla, para centrar el tema:

Alfons López Tena
Alfons López Tena (1957) es el independentista heterodoxo oficial de la comunidad catalana. Para empezar, es valenciano. Además de exvocal del Consejo General del Poder Judicial, bestia negra de los medios de comunicación nacionalistas —que no le invitan a sus tertulias ni por equivocación— y mosca cojonera del procés separatista. Especialmente esto último. En una región volcada en el masoquismo, las entrevistas de López Tena son leídas con la misma mezcla de dolor y placer que se siente cuando uno presiona con la punta de la lengua una muela cariada. Porque López Tena, buen conocedor de lo que se cuece entre bastidores del procés, no suele reprimirse a la hora de decir aquello que todo separatista de bien se niega a creer: que Cataluña jamás será independiente; que los catalanes no quieren en realidad la independencia, sino desear la independencia; y que los líderes del procés jamás han tenido otra intención que la de implantar una dictadura comunitarista maquillada por el voto popular de la mitad de los catalanes.


Estábamos preocupados por la desidia del Estado en este asunto (Rajoy fumando puros como un descosido), pero López Tena nos tranquiliza: lo están haciendo muy bien, como rezaba aquella sicalíptica canción de un grupo de la movida viguesa llamado Semen Up. Y puede que tenga razón, él sabe mucho más que nosotros, ya que ha estado ahí dentro.

Bueno, dejémonos de preámbulos y pasemos a leer algunas de las cosas que ha dicho el susodicho López Tena, y que en general tienen bastante fundamento:

—En el fondo, el Estado lo ha hecho bien. Porque ellos sabían desde el primer día que esto era un farol por parte de Mas, Puigdemont y Junqueras. Que sólo se trataba de subir el nivel de ruido para sentar al Gobierno español en una mesa y conseguir contenidos del Estatuto que fracasó en 2010. Y entre otras cosas lo sabían porque los mismos Mas, Puigdemont y Junqueras se encargaron de ir diciéndolo por Madrid. “Es que no nos hacen ninguna oferta, es que nos tenéis que hacer una oferta, es que tenéis que darnos algo”.

—De la misma forma que lo peor que le puede pasar a un hipocondríaco es caer enfermo, porque eso le reafirma en su hipocondría, lo peor que le puede pasar a esa mitad de los catalanes que obtienen placer del victimismo, de la sentimentalización, de la falta de proyecto político y de la negativa a rendir cuentas de nada, es que efectivamente se les trate como a víctimas. Porque entonces se hunden en eso.

Sólo hay que mirar la situación actual. Media Cataluña se ha dedicado al folclore sentimental: a los lazos amarillos, a los conciertos, a las manifestaciones y a tocar la guitarra. Es decir, a algo que no es ya un proyecto político, sino un constante darse satisfacción por lo buenos que son y lo mucho que les persiguen. Alguno hay que ha hecho incluso un paralelismo entre Artur Mas y Nelson Mandela. En este sentido, la táctica del Gobierno ha sido muy efectiva. Porque ha metido a los catalanes en un carril sin salida: el de la queja victimista. Y esto va para largo, porque los presos van a estar en la cárcel durante muchos años. Y con eso el Gobierno ha dejado de tener un problema político y ha pasado a tener un problema, en todo caso, de orden público.

—Durante el último siglo ha habido ciento cincuenta independencias y entre ellas ha habido de todo. Pero no ha habido ninguna que se haya conseguido porque el Estado original haya tenido un ataque de buen corazón, sino porque mantener la situación de dominio generaba más inconvenientes que permitir la independencia. Así que en Cataluña se debería haber llegado a una situación en la que para España fuera más rentable la independencia que no la continuidad.

La independencia debería ser un proyecto político, no esta cosa paternalista que han hecho los procesistas. Esa condescendencia, ese paternalismo, esa mentira continua que los procesistas han utilizado puede funcionar para los suyos. Porque es un comunitarismo autoritario. Pero en los contrarios levanta todas las alarmas. No se puede hacer una independencia que implique una guerra civil.

—Mi tesis es que los catalanes desean la independencia, pero no la quieren. Como decía Atatürk, no existen los pueblos oprimidos. Si están oprimidos es porque se dejan. Y yo añadiría que si están oprimidos es porque quieren, porque lo desean. En Cataluña se sigue votando a los mismos hagan lo que hagan, digan lo que digan, prometan lo que prometan. ¿Por qué? Porque lo que quieren es eso: alguien que les proteja de los abusos y prepotencias del Estado central, pero que no les lleve a la independencia. Porque no la quieren, en realidad. Lo que desean es desearla indefinidamente.

—Ante la situación de dominio de España, habiendo perdido las instituciones, el derecho, etcétera, los catalanes respondieron replegándose. Y se replegaron generando una ideología comunitarista y autoritaria. Es decir: “Todos juntos y todos agrupados, porque así sobreviviremos”. Pero eso, ¿qué comporta? Comporta que no haya ninguna crítica, ningún pensamiento, ninguna individualidad.

Y por eso Cataluña, en materia de pensamiento, no ha producido nada durante los últimos siglos. Y lo que ha producido en aquellos terrenos en los que se requiere individualismo es muy escaso o fruto de catalanes que han salido huyendo de Cataluña. Así que gracias a esa ideología comunitarista y autoritaria se ha formado una resistencia que ha permitido que siga existiendo un pueblo catalán, pero, al mismo tiempo, ha provocado que los catalanes sean incapaces de culminar ningún proyecto político. Porque el catalán está programado para resistir, pero no para avanzar.

—Los españoles se quejan mucho de esto: "El Estado ha desaparecido en Cataluña". Basta con mirar el orden del día de una sesión del Congreso o del Senado y mirar una del Parlamento de Cataluña. O comparar la lista de los acuerdos del Consejo de Ministros de una semana cualquiera con la lista de los acuerdos de la Generalidad. Y se verá que en un caso se trata de asuntos sustanciales y en el otro, bueno, se trata poco más que de jugar a las guarderías. Yo estuve en el Parlamento de Cataluña y  puedo asegurar que aquello es la nada.

—En los medios controlados por Convergència y ERC hay instrucciones. Y listas. Por eso hay gente que jamás aparecerá en esos medios. Y eso incluye a medios públicos y concertados, como La Vanguardia, El Periódico de Cataluña o RAC1. Es decir todos los que dependen del presupuesto público y forman parte de las redes clientelares del régimen procesista. Es el comunitarismo del que hablaba antes. “Todos juntos, todos unidos y todos callados, porque fuera del rebaño hace mucho frío y los lobos nos van a comer”.

Por eso, cuando ha aparecido alguna voz discrepante interna se ha presionado para que su situación se volviera insostenible. A base de insultos, de descalificaciones y de trampas. Y eso me afecta a mí, a Albert Boadella, a Ignasi Guardans o al mismo Salvador Sostres. Eso, al mismo tiempo, les reafirma a ellos: “¿Veis como eran traidores?”.

—¿Recuerda cuando jugaron a la república de la señorita Pepis, esa república que no tenían ninguna intención de implementar? ¿Recuerda la ley fundacional de la república? ¿La delegación en blanco de la facultad legislativa del Parlamento al govern para que este pudiera legislar por decreto en todas las materias que fueran desarrollo de esa ley? Que, como era una ley fundacional, lo incluía todo. Y algo más. No sólo nombran ellos los jueces, sino que esos jueces no pueden juzgar ninguno de los decretos que haga el presidente en desarrollo de la ley fundacional.

A eso no se han atrevido ni Putin ni Erdogan. A eso sólo se atrevió Hitler con la Ley Habilitante. Así que, ¿cuál es el proyecto político que tiene esta gentuza en la cabeza? ¿Qué es lo que harían si pudieran? Y eso lo ha hecho Carles Viver Pi-Sunyer, lo ha hecho Jordi Turull, lo ha hecho Carles Puigdemont, lo ha hecho Marta Rovira y lo han hecho los de la CUP. ¿Cómo se llama un régimen así? Dictadura, obviamente.

Una dictadura con voto popular. ¿Quién utiliza en Europa el eslogan de “la voluntad de un pueblo”? Marine Le Pen. ¿Quién dice “la voluntad del pueblo está por encima de las leyes”? Erdogan, Putin, Trump y el partido polaco Ley y Justicia. ¿Quién dice “los jueces no pueden perseguir a los gobernantes”? También Erdogan, Putin, Trump, y el partido polaco Ley y Justicia.

—Inés Arrimadas les ha ganado las elecciones y la han demonizado. Para ellos, Ciudadanos no existe y les da igual que obtenga tres diputados o treinta y seis. Pero esto siempre lo han hecho igual. ¿Qué ocurre en los telediarios? Primero sale uno del Gobierno español diciendo no sé qué. Y eso se presenta como una gravísima agresión a Cataluña. Después sale Carles Puigdemont (o Artur Mas en su momento). Y después sale uno del PP o de Ciudadanos. Es decir, el contraste. Si a ti te ponen un monstruo, luego tú, y luego otro monstruo, quedas muy bien. En Cataluña, los contrarios son monstruos y los discrepantes internos no existen.
Es la táctica del ISIS. “Voy a hacer algo horroroso para que los contrarios caigan en la trampa de culpar a todos los musulmanes porque eso me permitirá decir que nos atacan por ser musulmanes”. Y el corolario de eso es: “Venid con nosotros porque nosotros os defenderemos”. Y eso tiene una segunda consecuencia. Si se supone que te atacan por ser catalán, todo aquel catalán que no esté con ellos es un traidor o no existe.

—A Puigdemont puedes rellenarlo con lo que quieras. En una entrevista que le hizo la extrema izquierda alemana de Die Linke, el entrevistador le dice “usted debería ser marxista”. Y Puigdemont responde: “Ah, puede ser, yo nunca he sido ni de derechas ni de izquierdas”.

Puigdemont es muy limitado. Yo siempre he pensado que a lo máximo que podía llegar en la vida Artur Mas es a jefe de planta de El Corte Inglés. Pero claro, es que Puigdemont no habría podido pasar de una parada en un mercadillo callejero. No da para más. Y como no da para más, es ciclotímico. Igual tiene una idea que la contraria. Depende del último con el que haya hablado. Además, como en todas las cortes, en la de Puigdemont hay celos y hay envidias.

—Hay un jugador, que es ERC, que está descabezado. ERC es un partido piramidal, y cuando te cargas la cúpula, el partido no funciona. Convergència, tres cuartos de lo mismo. El clientelismo y la corrupción es la misma, pero ahora ya se mueve a un nivel muy, muy bajo. Y la CUP, lo mismo. Así que hay cuatro jugadores. Dos de ellos son un poco sólidos (ERC y Convergència) y los otros dos son el caos (Puigdemont y la CUP). ¿Cómo quieres predecir lo que van a hacer y lo que no? Es imposible. Ese es un consejo básico que ellos no han seguido: no consumas tus propias mentiras. Dicho de otra manera. No te metas la droga con la que traficas. Lo más probable es que haya nuevas elecciones. Pero por caos, no porque tengan un plan.



3 comentarios:

  1. Pues no sé si es porque opino parecido en varios aspectos, pero me ha parecido un análisis tremendamente lúcido y muy bien expuesto. Desde luego a los supuestos próceres indepes no se les puede oír ni leer nada que tenga la mitad de nivel que este texto. Porque uno de los fallos más clamorosos de ese procesismo es tener unos líderes de muy baja categoría.
    Mateo M.

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  2. Otro de los problemas con lo que se encuentran nuestros líderes patrios es que no están preparados para la empresa privada.
    Si desgranamos uno a uno las capacidades laborales de cada uno de nuestros líderes, nos daremos cuenta de que pocos, contados con los dedos de la mano, están en ventaja frente a otros oponentes para la empresa privada. No me refiero a personas con capacidad como ROCA, es un caso excepcional, sino a la cantidad de mediocres psudoabogados, psicólogos sin título, caps de colla, diplomados, pedagogos sin acabar la carrera, masters de "gestión", filólogos sin titulación y demás borraja.

    ¿Qué quiero significar con lo anterior ?, que ahora más que nunca se han de agarrar a la tabla de salvación del partido, que es el que les alimenta cada mes y les llena la nevera.

    ¿Cuántos de los que ustedes conocen se han marchado a la privada ? Contados con los dedos de una ssola mano. Si fueran buenos profesionales no tendrían ningún problema.
    De ahí los líderes de baja categoría.
    Salut

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  3. Leyendo a este tío cuesta creer que sea separatista. En todo caso, los suyos no pueden considerarlo como tal. Y, por cierto, si este tío, con estas opiniones, es separatista, entonces yo también lo soy.
    El Tapir

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