martes, 29 de noviembre de 2016

Un adiós a la doctora Tenorio

No inquietarse. Hablamos aquí simplemente de una pequeña historia personal que le ha dejado a este bloguero y a la parienta sumidos en un profundo desánimo, pero no pensamos que a la doctora Tenorio le haya podido suceder nada malo. Se trata, en resumen, de lo siguiente:

Con el paso de los años, Gran Uribe necesita con cierta frecuencia consultar a médicos de diferentes especialidades. Los múltiples pequeños achaques que le aquejan van ligados, en general, a la fecha de nacimiento que figura en su DNI, sí, pero lo cierto es que ahí están y exigen cada vez más a ese tipo de visiteo tan desagradable, que casi siempre conlleva, además, pruebas adjuntas, ecografías, escáners, rayos X y todo eso, con la angustia que suelen provocar, sobre todo cuando esos tipos abren el sobre con cara circunspecta.

Pero no todos los médicos son iguales, cada uno ve su parcelita y allá películas. Por eso, cuando uno ya no sabía adónde acudir estaba tranquilo porque siempre le quedaba una bala en la recámara: "iré a ver a la Tenorio"; una doctora que sabe de todo y tenía nuestra historia médica en la cabeza, no necesita los ordenadores para nada. Y de allí uno siempre salía reconfortado y con la sensación de que lo que ella decía acababa yendo a misa, y así resultó ser siempre.

Bueno, lo que hace 30 años sucedía de uvas a peras, con el paso del tiempo se fue haciendo más habitual. Hace hoy dos semanas, el 14 de noviembre, G.U. fue a visitarla. Tuvo que esperar, porque le daban diez  por minutos por paciente y ella siempre se tomaba un poco más, y cuando le recibió hizo lo de siempre: interpretó la ecografía (de tiroides, esta vez), le auscultó, le tomó la presión y, conocedora de que uno es un poco hipocondríaco, le quitó hierro al asunto y le citó para dentro de unos días. G.U. se despidió de ella con un "hasta pronto, doctora", pidió hora y ahí quedó todo.

Pero hoy ha acudido de nuevo, y las individuas que hay en la recepción de ese consultorio —bastante bordes, por cierto— le han espetado fríamente:
La doctora Tenorio ya no trabaja aquí: se ha ido a Zamora [ella es de allí] para siempre, por motivos personales.

—¿Se ha jubilado? —ha preguntado G.U. con verdadera angustia.
No; le repito que se ha ido por motivos personales.
¿Para siempre?
—Sí, ya se lo he dicho; no volverá.

G.U. ha vuelto a casa profundamente abrumado, porque si en alguien confiaba es en ella, y la parienta también. Perderla de la noche a la mañana sin saber qué había sucedido ni tener oportunidad de despedirse les ha dejado a ambos sumidos en la perplejidad. Visto que no es un tema de jubilación, y pensamos que de salud tampoco, nos barruntamos que en la empresa en que trabaja —DKV— le han hecho mobbing por las colas que generaba en el consultorio (las recepcionistas se quejaban de eso —¡Ah! ¿pero es que no conoce usted a esa doctora? ¡claro que va con retraso; vuelva dentro de una hora!, le dijeron a G.U la última vez) y ella, una mujer de carácter, se ha ido con viento fresco. En fin, vaya usted a saber.

G.U. frente al portal de la casa de la doctora Tenorio
De tal modo que, buceando en Internet, nos hemos enterado de su teléfono y de dónde vivía y, como ese teléfono no contestaba, nos hemos armado de valor y allí, en Badalona, nos hemos presentado. Necesitábamos una respuesta, saber qué, por qué, decirle adiós.

Pero missing... Intuyo que no volveremos a saber de nuestra doctora nunca más y nos saben mal muchas cosas, la orfandad médica en que uno se encuentra ahora pero, sobre todo, el no haber tenido oportunidad de despedirnos de una persona con la que nos unía un aprecio mutuo muy fuerte...


Pero en fin, doctora Mª Dolores Tenorio, por si alguna vez leyera esta entrada en el blog: ¡gracias por todos estos años! Que sepa que no la olvidaremos nunca y que, si ya sabía que se marchaba, nos hubiera gustado poder decirle adiós...




P.D. (13/12/2016)

La doctora Tenorio, el 14 de Noviembre no sabía que se iba, ya que las investigaciones de G.U. le han llevado a averiguar que se había inscrito en una oposición de Medicina Interna en Castilla y León. La sacó de calle y le han dado plaza en Puebla de Sanabria, su lugar de origen. Al listado de aprobados no ha tenido acceso un servidor pero sí ha sabido que el examen era el 19 de Noviembre y, por tanto, cinco días antes no podía saber que aprobaría la oposición y que se iba. Vaya en su descargo. Leemos en el Boletín Oficial de Castilla y León:

De conformidad con lo establecido en la Base 4.3. de la Orden SAN/596/2016, de 22 de junio («B.O.C. y L.» n.º 124 de 29 de junio), por la que se convoca proceso selectivo para el acceso a la condición de personal estatutario fijo en plazas de la categoría de Licenciado Especialista en Medicina Interna del Servicio de Salud de Castilla y León, una vez examinadas las reclamaciones a que se refiere el apartado 2 de dicha Base, esta Gerencia de Salud de Áreas de Valladolid
RESUELVE:
Primero.– Aprobar las listas definitivas de aspirantes admitidos y excluidos al citado proceso selectivo indicando, en su caso, las causas de su exclusión. Estas listas definitivas se encuentran expuestas en las Gerencias de Salud de Área. Asimismo podrán consultarse en el Portal de Salud de Castilla y León (http://www.saludcastillayleon.es) y a través del teléfono de información 012 (para llamadas desde fuera de la Comunidad de Castilla y León 983 327 850).
Segundo.– Convocar para el llamamiento único a todos los aspirantes admitidos para la realización del ejercicio de la fase de oposición, el día 19 de noviembre de 2016, a las 10:00 horas, en las aulas n.º 1, 2, 3, 5 y 6 de la Facultad de Medicina, sita en C/ Ramón y Cajal n.º 7 - 47004 Valladolid.




P.D. (10/3/2017)

Doña Perpetua ha conseguido establecer contacto con la doctora Tenorio. Muchas de las suposiciones formuladas anteriormente han resultado ser erróneas. Está de médico de familia, con base en Vigo de Sanabria, un pueblo de doscientos habitantes situado a unos diez kilómetros de Puebla de Sanabria, en Zamora. No hizo oposiciones. Le surgió la oportunidad de obtener un contrato como interina y la cazó al vuelo. Eso es todo.

Está en su tierra y más feliz que unas pascuas. Nos alegramos un montón por ella porque la apreciamos mucho, aunque la verdad es que la echamos de menos, como excelente doctora que es y gran persona. El consultorio DKV sin ella no es lo mismo, por desgracia. ¡Mucha suerte, María Dolores!

8 comentarios:

  1. Me ha pasado algo similar.
    También se ha marchado mi médica de cabecera, una mujer de Aragón, flaca, enjuca más bien, con un brío y una alegría que más quisieran muchas de las licenciadas.
    Pero ya me lo advirtió: No me encuentro a gusto aquí. Marcharé no se cuando, pero marcharé.
    En su lugar me he encontrado con una médica de la nueva hornada, que lo primero que me ha dicho es que los genéricos cuestan más baratos. ¿Y?, le respondí, ¿Creé que no lo se ?. Entonces le recetaré genéricos.
    Gran Uribe, le puedo decir que entré como paciente y salí como cliente.
    Salut

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    1. Créame: tengo en este momento una sensación en cierto modo equiparable a la que se tiene cuando te despides tan contento de una persona a la que aprecias mucho y con la que cuentas siempre, esperando volver a verla pronto y, de repente, te enteras de que ha fallecido. Evidentemente no es el caso, porque esa persona sigue vivita y coleando, pero sabes que no la volverás a ver nunca más. Y en ese momento intentas rememorar los últimos momentos y otros del pasado, no sé, es difícil de explicar. Está la orfandad médica y luego... sentimental que es uno, qué se le va a hacer.

      Sí, me he encontrado en un caso similar en lo que se refiere a lo de los genéricos. Uno es un poco zoquete y da pábulo a historias que ha leído de que algunos de ellos se fabrican vaya usted a saber dónde y tienen menos principio activo o de menor calidad. Como las cosas que uno compra en los chinos, vaya. ¿Una leyenda urbana, tal vez? Seguramente, pero la prevención existe y, en cualquier caso, uno cuando va al médico no es precisamente con el único ánimo de "estalviar calés".

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  2. No deje de pasarse por http://mildimonis.blogspot.com.es/ . Particularmente, a Lluis le veré este jueves en el Ateneo Barcelonés. He de hacerle la entrega de un libro en donde él participa, se trata de Escritores Recónditos. Allí hablaremos sobre esta entrada que ha hecho y que me ha llamado poderosamente la atención.
    Salut

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    1. Me he pasado, según su recomendación, por el blog de mildimonis y me he encontrado con una primera entrega de un diccionario excelente de términos procesísticos. Le iremos dando salida a poquitos en este blog.

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  3. Yo también conocía a la doctora Tenorio. Una persona muy humana y una gran profesional. La echaremos de menos.

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  4. No sabia de la existencia de este blog. A mi me ha pasado como al resto de los que escriben.Estoy delicada de salud y cuando dí con la doctora Tenorio se me abrió el mundo.Ella sabe de todo, cualquier problema que tengas te da una solución y no, como otros con medicación o pruebas. Estoy desolada porque ya no encontraré otra como ella. Un beso doctora. Si voy alguna vez por su pueblo la buscaré

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    1. Sé de primera mano que nuestra doctora Tenorio está ejerciendo como médico de familia en tres pueblos de su tierra, Zamora; que le surgió la oportunidad de volver a ésta, y la quiso aprovechar; y que se encuentra bien. En los primeros tiempos tras su desaparición, sin saber qué había sido de ella, estuve muy triste por la pérdida. Ahora pienso que ya le tocaba hacer algo por ella después de habernos dado tanto a sus pacientes de Barcelona, y me siento reconciliada con su decisión de irse. Permíteme, Inma, que te aconseje, si todavía no tienes otro médico que la haya sustituido, que vayas al Dr. Ramón. También se interesa mucho por sus enfermos, y uno tiene la impresión de estar en muy buenas manos. Un saludo afectuoso.

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  5. Yo me he enterado hoy que no está la doctora Tenorio. Que disgusto! Os doy Gracias por la información , por lo menos me hago una idea de lo que ha pasado.

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