Pedro Sánchez ¿un cadáver político?

Recién regresado de EEUU, donde estuvo apoyando sin éxito a Hillary Clinton, Pedro Sánchez se ha lanzado a la carretera, tal como prometió (aunque con un mes de retraso), y ha hecho acto de presencia en el pueblo valenciano de Xirivella, su primera etapa en la travesía del desierto que se dispone a afrontar.

Pedro Sánchez al finalizar el lavado de su vehículo en la gasolinera "Elefante azul", de Xirivella, inicio de su andadura
[granuribe50.blogspot.com.es / xirivella.elefanteazul.com/]

Ha cargado gasolina, lavado el coche en "Elefante azul" y luego ha dictaminado que "el tiempo de la gestora acabó" ante cerca de un millar de simpatizantes/as y algunos militantes/as, que han protagonizado un baño de masas, un auténtico masaje para Sánchez, entre aplausos y vítores continuos y gritos de '¡No es no!' y '¡Presidente, presidente!'.

Lo que no sabemos, a día de hoy, es si el tiempo de Sánchez también se acabó. Gran Uribe, que no es politólogo pero sí tiene la edad suficiente para haber visto muchas cosas en política, piensa que sí: que se acabó y estamos ante un cadáver ambulante. Un servidor, si fuera él, se ahorraría el viaje, la gasolina y los lavados en el túnel. A pocos militantes, salvo a los un poco masocas y a los muy vengativos, les puede hacer gracia votar a un sujeto un poco gafe y con el que saben que perderán una elección tras otra. El PSOE ha de encontrar a alguien que pueda ganar y Sánchez ya no da el perfil.

Veamos lo que dice Ignacio Varela del retorno de Sánchez, al son de Volver, el tango de Carlos Gardel.

“Yo adivino el parpadeo
de las luces que a lo lejos
van marcando mi retorno”.

Pese a lo reciente que está todo, ya hay perspectiva suficiente para dictaminar que Pedro Sánchez fue un pésimo secretario general del PSOE. [...]

Sería injusto decir que todos los males del PSOE comenzaron con Sánchez o que él es el único culpable de la decadencia de su partido. En los últimos ocho años, los socialistas fueron duramente golpeados varias veces. Con Zapatero, los golpeó por sorpresa la realidad de la crisis. Con Rubalcaba, los golpearon sin piedad los votantes. Y con Sánchez, el PSOE golpeó con saña a su propio organismo hasta llevarse al borde de la escisión. Por eso hoy es un partido asustado de sí mismo, paralizado y temeroso de hacer cualquier movimiento que lo lastime aún más.

Mientras no supere ese estado de ánimo y recobre la confianza, su recuperación política es inviable. Y todos ellos saben que si Sánchez regresa a Ferraz volverán a sangrar las heridas y se reabrirá el cisma. Hoy reaparece en los escenarios en Valencia pero, como en la inmortal canción:

“Bajo el burlón
mirar de las estrellas
que con indiferencia
hoy me ven volver”.

Pedro Sánchez no será el secretario general que elegirá el próximo congreso del PSOE. [...] No tanto por lo que hizo, sino por lo que todos intuyen que podría pasar si recuperara el mando. Él ha anunciado que vuelve a la carretera, aunque lo suyo no parece realmente un viaje, sino una huida:

“Pero el viajero que huye
tarde o temprano
detiene su andar”.

Enlace: Pedro Sánchez: volver (con la frente marchita)

Enlace: Pedro Sánchez, a la gestora: «Vuestro tiempo acabó»