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La segunda casaca |
Gran Uribe está leyendo los "Episodios nacionales" de Pérez Galdós, una obra maestra. Los vio siempre en la casa familiar pero nunca les prestó atención. Grave error. En este momento, libre de 'ominosas' ataduras laborales, le está hincando el diente a "
La segunda casaca", espléndida.
La conclusión que saca, aparte de lo gran escritor que era don Benito, es que España en ese siglo era "Can Picha", como se suele decir en plan un poco basto. La Guerra de Independencia, la Constitución de Cádiz (derogada a los dos años), monarquías absolutas, luego llegan los liberales, luego la "década ominosa", luego, en fin, ¡para qué seguir! Sujetos que cambian de casaca (hoy chaqueta), politiquillos de diverso pelaje, arribistas diversos y un rey avispado, pero muy limitado intelectualmente (Fernando VII, "El Deseado"), que se va bandeando para intentar mantenerse en la poltrona dando una de cal y otra de arena, bajo el lema "
palo a la burra blanca y palo a la burra negra" (blancos los absolutistas, negros los liberales). ¡Qué nivelazo! El caso es que, si nos descuidamos un poco, no sería descartable que llegáramos en un futuro no lejano a una especie de
Siglo XIX 2.0. "
No ho veurem ni tú ni jo", como dicen por aquí, y esperemos que así sea.
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Cuchilleros en la estación de Albacete |
En aquella época, la que novela Galdós, visto el absoluto caos que existía por doquier, en pueblos, campos y ciudades, tuvo bastante éxito el "
Manual del Baratero, el arte de manejar la navaja", editado a mediados del XIX. Gran Uribe es un gran aficionado a las navajas, como es de todos conocido (cada vez que viaja a Albacete, y lo hace a menudo, se trae una en la faltriquera) y lo ha leído con fruición, tal vez porque intuye que, tal como está el patio, le pueda ser útil algún día (esperemos que no). También podría ser oportuna su lectura en la sede de Ferraz y aledaños. Iglesias es partidario de armar al pueblo,
como explicaba en el vídeo del otro día y, por tanto, uno se siente avalado por una autoridad en la materia.
En la imagen adjunta puede verse la portada, una parte del prólogo y uno de los muchos trucos que ofrece (quizá el más eficaz) cuando uno se encuentra en problemas. Una obra imprescindible (como también lo son los "Episodios nacionales", no les perdáis ojo: una incorporación espléndida del naturalismo del XIX al relato histórico y su lectura ¡una gozada!).
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MANUAL DEL BARATERO, ARTE DE MANEJAR LA NAVAJA, Madrid, 1849 |
¡Menuda estocada (o navajazo)!
ResponderEliminarDonde más duele.
Eliminar¡Caray, Gran Uribe, vas fuerte, eh! No sé si conseguiría coordinar bien los gestos para lograr de una pseudo-caída una palanca suficiente para un ataque letal. Me parece que moriría en un vano empeño por levantarme ágilmente y, acto seguido, salir por piernas, en el caso de que estas me obedecieran.
ResponderEliminarnvts
No es una suerte de ejecución sencilla, porque se ha de disponer de dotes de simulación, agilidad y puntería, pero puedo asegurarle que es una de las más eficaces de entre todas las que figuran en ese manual.
EliminarVisto que "coleta morada" ha dado el visto bueno a lo de portar armas como elemento de "radicalidad democrática" (y cabe suponer que no se refiere solo a pistolones o rifles), G.U se está adiestrando en el manejo de la navaja (tiene muchas), por lo que el manual de marras le está siendo de bastante utilidad.