sábado, 5 de noviembre de 2016

Profesión: despellejamiento del adversario

Matones de plató

Mayoral, Jaime González, Iglesias, Inda, Carmona, Marhuenda, Montero, Chani Pérez, Farreras y Carlos Cuesta
«El matón de plató es el equivalente moderno del gladiador en el circo romano, ahora reconvertido en circo mediático. Su profesión consiste en el despellejamiento del adversario y en el esparcimiento de sus restos sanguinolentos delante de la cámara. Para ello, el matón de plató habla más alto que nadie, deforma deliberadamente sus argumentos y los del contrario, interrumpe todo el rato, hace grandes aspavientos, finge indignarse, se autoprovoca la carcajada y, en general, se regodea por la algarabía por él provocada ante las falsas llamadas al orden de un falso moderador.

El matón de plató no se distingue por la ideología (puede ser de izquierdas o de derechas), aunque sí por el género. Sea debido a la biología, a la sociología o a una mezcla de las dos, y a la espera de que algún día el periodismo forense nos esclarezca las razones de este sesgo, el hecho es que el matón de plató tiende a ser varón.

Un debate en La Sexta Noche
Nada estimula más al matón de plató que la carne fresca. A algunos novatos no se les ocurre otra cosa en su debut que hablar bajito e intentar argumentar, como si pensaran, ingenuos ellos, que han sido invitados a una versión un poco agreste de Saber y ganar. Pero en casa, la audiencia, sabia y fogueada, musita apenada mientras anticipa el desenlace: “Otro pobre cristiano que reza a los leones”. Sin embargo, otros advenedizos que llevan mucho tiempo haciendo méritos en Twitter y en sus pseudomedios, y saben lo que se espera de ellos, saltan directamente a la yugular del contrario nada más pisar la arena, complaciendo así a los organizadores, conscientes de que la audiencia no soporta ver engordar y envejecer a un gladiador.

Algunos de esos platós no solo funcionan como espectáculo, sino como un proceso de selección para la política. Si vas bien en el plató, igual saltas al Parlamento, que es un juego de niños comparado con la arena digital o televisiva. Pero lo contrario también está empezando a funcionar: si te comportas como un animal en el Parlamento, también acabas invitado al plató. Y así se cierra el círculo para la selección de las nuevas élites en la nueva política en los nuevos medios. Un gran avance».

6 comentarios:

  1. El artículo de Torreblanca está bien, pero creo que se refiere a aquellos debates en los que se traen a propósito a gente opuesta y de mal carácter para que se rían del que piensa diferente, griten y se peleen, todo con ánimo de dar espectáculo. Hay otros en los que los contertulios están todos de acuerdo de antemano, todos piensan lo mismo y así no hay ese problema, aunque tienen menos audiencia.
    Por cierto, también hay mujeres implicadas en esos shows.

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  2. Lo que me fastidia del Marhuenda es que el tío sabe de lo suyo, pero que no ha asimilado ( en mi opinión) absolutamente nada.
    El Inda es , me perdone, infumable. Al Mayoral es a la inversa, parece, me disculpe, que vaya fumao. El Sr Carmona , ya lo saben, lo arregla todo en un plis, plas, proyecto. Y al resto, ni fu ni fa.
    Y completamente de acuerdo con la frase : " si te comportas como un animal en el Parlamento, también acabas invitado al plató..."
    Salut

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    1. A mi también me parece muy atinada esa frase de "si te comportas como un animal en el Parlamento, también acabas invitado al plató..."
      El Tapir

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  3. Les parecerá mentira pero casi no conozco a nadie de los mencionados. Es que no resisto esas tertulias. Pero por lo que comentan ustedes, no son muy buenos actores. MJ

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    1. Tiene usted suerte de no saber quién es esa gente. Ese mundillo está lleno de matones (y matonas) y es improbable que saque usted algo en claro. La envidio, MJ.

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  4. Yo he tenido que tragarme alguno de la sexta, los sábados, y, por lo que he visto, más que a debatir van a pelearse. Es lo que toca. Tampoco descartaría a las féminas, o a algunas féminas, ni a las contertulias, ni a alguna que otra periodista, de las que van de incisivas, y agresivas, con muy mala leche y bastante matonas, la verdad.

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