Ilustra su artículo, titulado Trump en Cataluña, con una magnífica versión del caganer que arrasará este año, sin duda. He aquí un extracto de lo que dice:
Mas elogia a Trump por "hacer posible lo imposible" |
Parece un chiste malo pero no lo es: los sectores hooligans del independentismo llevan tiempo mostrando admiración hacia el Presidente Trump por su desparpajo, por su falta de respeto hacia la democracia y sus instituciones. Trump tiene algo de forcadelliano o de forcadellista, eso es innegable. Del mismo modo que Forcadell tiene algo de trumpiano o de trumpista.
Parece un chiste pero no lo es: Òmnium Cultural, el engendro más maligno de la burguesía elitista catalana exceptuando a Convergència, acaba de convocar una manifestación "En defensa de la democracia y de las instituciones catalanas". Paradoja catalana: la democracia y sus instituciones son justamente lo que llevan tiempo intentando desbaratar con desfiladas, xiuladas, desobediencias a medias y otros focs de camp.
Que Trump les caía simpático a nuestros indepes era algo casi obvio, previsible. Esa es la doctrina que comparten con el yanqui: sólo cumplo las leyes que me convienen y las otras las desobedezco, transpiro etnicismo en el discurso de "lo catalán", reinterpreto las historia burdamente, tolero a los agresivos y hago como que no lo veo cuando actúan (en el inevitable Camp Nou, en la entrada de la exposición sobre la simbología franquista, en el pregón de la fiesta mayor de Barcelona, etc). Me aprovecho del sistema para empequeñecerlo, sueño con ejércitos catalanes y sobretodo (ahí está la Cup): no escondo los proyectos anexionistas.
Los indepes ven bastante bien lo de Trump, porque el tipejo —un señorito de mierda— les parece más proclive a reconocer un Estado catalán que la señora Clinton, de aspecto más serio y formal. Al rubio del tupé parece que todo le da igual mientras sea un poco gamberrete y sirva para socavar la democracia y sus normas del juego.
De Trump, los independentistas furiosos, pero también Mas, lamentan la parte machista, pero a los indepes, con Trump, les pasa lo mismo que a los burgueses nacionalistas les pasaba con Franco: que salvo la prohibición del catalán en la vida pública, lo demás les encantaba: hicieron grandes negocios, tuvieron a la clase obrera sometida y acojonada (o muerta y presa), explotaron a los pobres sin límites y liquidaron casi para siempre el pensamiento crítico, el librepensamiento y el análisis marxista. [...].
Sin la miseria cultural y de pensamiento que dejó Franco, hoy por hoy los independentistas lo tendrían muy negro: ¿qué ciudadano culto y formado se dejaría engañar por los eslóganes independentistas?» [...]
Buen enlace, Gran Uribe, me lo apunto. Me ha gustado mucho el extracto. Pero como Mas es un gafe contrastado con la visión política de un topo, mejor que no se haga demasiadas ilusiones con Trump porque podría llevarse un susto. Para empezar, no creo que sea capaz de situar a Cataluña en un mapa. Y en cuanto a quejas y reclamaciones, al maestro armero y a otra cosa, mariposa.
ResponderEliminarnvts
He de decir que lo conozco en persona desde hace muchos años.
ResponderEliminarY comentar también que es uno de los mejores prosistas que han pasado por el blog (y han pasado muchos) y en el que adjunto el enlace: http://escritoresreconditosmistral.blogspot.com.es/ , blog que llevo junto a Francesc Cornadó.
Salut
Yo tengo un "pero" a este artículo. Atribuye a Franco la miseria cultural y de pensamiento de la que hacemos gala hoy en día. Con tristeza tengo que decir que creo que nos la hemos ganado en democracia, a pesar de contar hoy con unos medios muchísimo (infinitamente) más potentes que entonces.
ResponderEliminarMateo M.
Pues sí, estoy de acuerdo. Franco hizo mucho daño y tuvo la culpa de muchas cosas, pero lo de la miseria cultural y de pensamiento nos lo hemos ganado a pulso también en democracia y, en en el caso de Cataluña, el pujolismo ha dejado esto como un secarral (en cultura y en pensamiento).
EliminarO quizás por eso... A veces pienso que el exceso de información casi equivale a desinformación; o, al menos, a trivialización de contenidos. Lo que no cuesta esfuerzo no se valora. Y también pienso que en tiempos de Franco, o de la ahora denostada Transición, ningún dirigente político se habría atrevido a solidarizarse con un personaje como Trump. ¿Es eso lo que hemos avanzado?. De ser así, para este viaje no hacían falta alforjas.
EliminarEl Tapir
Yo estoy de acuerdo con Lluís Bosch. Creo que no se le puede quitar al Generalísimo de todos los ejércitos de entonces el protagonismo en cuanto a la miseria cultural y de pensamiento, también crítico, en que sumió al país. Sus cuarenta años de dictadura, con censuras, libros prohibidos, cortes en películas, otras adaptadas (recordemos Mogambo en la que Grace Kelly y su marido se transformaron en hermanos, porque lo otro quedaba fatal), los grises, la social, la plaza de Oriente llena de personas llevadas en autocar con su comida y todo, y, no sigo porque creo que no hace falta. A lo mejor es que ustedes son muy jóvenes y no se acuerdan de todo esto.
ResponderEliminarOtra cosa es que durante la democracia se hubiera podido hacer mucho más para neutralizar tanta incultura y que no se haya hecho. También. Pero lo básico y esencial en ese sentido fue obra de C C (Caudillo catetísimo). MJ
Se me olvidó añadir por la gracia de Dios a Caudillo Catetísimo.
EliminarDonald ha sido capaz de arruinar una gran empresa que heredó "por la cara", Artur ha sido capaz de empezar a arruinar Cataluña y quiere acabar la obra. Ambos han sido ineficaces en cuanta labor han emprendido.
ResponderEliminarHe estado escuchando a Borrell esta mañana en la radio y he pensado que gran presidente se ha perdido España.
Un saludo.