jueves, 17 de noviembre de 2016

Ni irá a Estocolmo ni estuvo en Formentera

Un pariente de G.U. apodado "El Patrón", un gran tipo, recibió en cierta ocasión una carta de una familiar (que le caía bastante gorda, por cierto) anunciando su próxima llegada a Madrid y su deseo de alojarse en su casa durante la estancia. "El Patrón" respondió con un escueto telegrama, un buen ejemplo de dominio del lenguaje (y de los adverbios), en estos cortantes términos: "Imposible recibirte. Además, espero gente".

Algo así ha respondido Bob Dylan a la Academia Sueca en una breve carta: "Imposible acudir a recibir el premio. Además, tengo otros compromisos ese día". O sea: que no irá a Estocolmo ni parece que tenga ningunas ganas de hacerlo. A lo que no ha renunciado es a los sustanciosos emolumentos que conlleva ese galardón.



El chaleco de Bob Dylan
Viene esto al caso porque Bob  Dylan no solo no estará en Suecia, no: tampoco estuvo nunca en Formentera, por más que (en plan 6º principio de la propaganda de Goebbels, el de "orquestación") se repitiera tantas veces que estuvo en 1967 en esa paradisíaca isla que mucha gente acabó creyendo que eso sucedió realmente. En efecto: no hay como afirmar tropecientas veces una cosa para que acabe pareciendo cierta. Aquí sabemos mucho de eso.

Parece ser que quien sí estuvo por allí es un sujeto llamado Eric Chefé, que le imitaba con el peinado, el chalequito (aquel que lucía Dylan en 1965 en el videoclip de "Subterranean Homesick Blues") y su manera de cantar con voz rota y un punto aguardentosa. Estuvieron muchos otros músicos famosos: Pink Floyd, los de King Crimson, James Taylor, etc., pero de Bob Dylan... ni rastro.

Diario de Ibiza dedica un artículo a este asunto, magníficamente ilustrado con dibujos de Mariscal. En él se nos recuerda también la casi surrealista escena de la Guardia Civil expulsando de las Pitiusas —ante la aquiescencia general— a aquellos hippys melenudos que llegaban al puerto allá por 1967 y no tenían buena pinta. ¡Qué visión de futuro!

Bob Dylan en le puerto de la Savina (Formentera) / Ilustración de Javier Mariscal
Dylan en Formentera (Ilustración de Mariscal)
«Bob Dylan nunca estuvo en Formentera. No existe ninguna referencia documental ni escrita ni gráfica de su presencia en la isla. Solo testimonios indirectos de conveniencia, basados en rumores que, bien por desconocimiento o por mero afán de crear mitos, han ido alimentando una leyenda que se extendió en los ochenta y noventa del siglo pasado. En esos años la historia fue tomando presencia en artículos de prensa, revistas y folletos turísticos, dando por buena la presencia del genial músico en la isla. Siempre quedaba bien decir que el ahora recién galardonado con el Premio Nobel de Literatura y el músico más influyente del siglo XX había pasado un par de semanas en la isla, escondiéndose de no se sabe muy bien qué, en el verano de 1967. Era como la confirmación de que Formentera había sido un sitio especial, a finales de los sesenta y setenta para miles de jóvenes, entre los que habría desembarcado el ya reconocido mundialmente Bob Dylan.

Entre el 1967 y 1969 Formentera se convirtió en el punto de atracción de jóvenes, muchos de ellos norteamericanos que huían de la guerra del Vietnam. Formentera se coló entonces entre los lugares de obligada peregrinación para una generación en busca de paraísos perdidos, filosofía oriental, paz, amor, drogas y libertad sexual. Los primeros en llegar fueron los beatniks, vestidos de negro y con el pelo largo, les siguieron los hippys.

Con la llegada de esta pacífica invasión Formentera se colocó en el mapa mundial. Se había convertido en un refugio, en una especie de ´Arcadia´ feliz, para miles de jóvenes muchos de los cuales, especialmente entre 1968 y 1970, fueron expulsados por la Guardia Civil, por lo que en aquel momento se consideraba un comportamiento "inmoral". En mayo de 1966, el delegado del Gobierno en Ibiza y Formentera había recibido instrucciones del gobernador civil de la provincia para que fueran identificados y expulsados. El escrito fechado el 16 de ese mes decía: "Ante la presencia bastante numerosa en estas islas de extranjeros y nacionales de los denominados beatniks (melenudos), llamando la atención del público en general, con aspecto repulsivo, desaseo en sus atuendos, conducta antisocial e irresponsabilidad económica, se hace preciso proceder a su identificación... con el fin de expulsarlos".

[Un tal] Eric Chefé iba de Bob Dylan, con el mismo corte de pelo, la misma vestimenta e incluso se había procurado un chaleco como el que solía lucir la estrella del momento. [...] El caso es que la presencia de uno o varios imitadores en esos años seguramente fue el origen de esta leyenda que, con el paso del tiempo, algunos escritores han ido engordando y aderezando para construir una historia de apariencia más o menos verosímil sobre la presencia del músico».


4 comentarios:

  1. Lo interesante del asunto es la coletilla: "A lo que no ha renunciado es a los sustanciosos emolumentos que conlleva ese galardón."
    Salut

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  2. Parece ser que uno de los creadores del bulo -si no el creador- fue un periodista, Mariano Planells, que sigue escribiendo en "Diario de Ibiza". Mi mujer siempre sostuvo que la estancia de Bob Dylan en Ibiza era un invento de Mariano Planells.
    El Tapir
    El Tapir

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    1. Sí, sí, seguro que es él el iniciador del asunto. De hecho, el artículo del Diario de Ibiza lo señala, aunque parece ser que hubo muchos otros que se subieron al carro rápidamente. De hecho, yo siempre pensé que era cierto, porque lo oí decir bastante en una época dada y hasta busqué indicios en los tableros de ajedrez de la Fonda Pepe, gilipollas que es uno. Luego me olvidé del asunto hasta que he leído este artículo de Carmelo Convalia.

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  3. Bueno, me acabo de leer el enlace y veo que cita lo de Mariano Planells...
    El Tapir

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