miércoles, 2 de noviembre de 2016

¿Cuándo meterán en chirona a ese sujeto?

No, malpensados. Esa retórica pregunta no se refiere a Pujolone, quien ya sabemos que nunca irá al trullo, ni él ni nadie de la famiglia.. Nos referimos ahora a uno que sí que tiene todos los números para acabar en tan inhóspito lugar, aunque la cosa se está demorando. Algunos sujetos en los que se inspiró ya han probado las peculiaridades de ese tipo de mazmorras y, quizá, no reincidirían.

Hacía tiempo que no sabíamos nada de "El Pequeño Nicolás", aquel petimetre que creció a la sombra del inolvidable amigo de Bush y Blair (Ánsar), visitando 'como Pedro por su casa' las oficinas del PP en Génova (al parecer no solo lo hacían Correa y "El Bigotes") y acompañando a Cañete (a la sazón ministro de Agricultura) en diferentes actos. Recordemos que, incluso, llegó a fingirse agente del CNI y a hacerse pasar como enviado de Felipe en Ribadeo. Un petardista, vamos.

"El Pequeño Nicolás" acompaña a Aznar y Cañete en actos organizados por el PP

Ahora sabemos que intentó amenazar a Mercadona haciendo ver, en nombre de "Soraya Saez de Santamaría", que tenía en su poder una información denigratoria contra esa cadena elaborada por su rival Carrefour. Nos lo explica el diario "El Mundo", que nos muestra un documento que no sabemos si es apócrifo, como otros que nos intentaron colar, aunque no nos sorprendería que éste sí que fuera verdadero.

Escrito que el "El Pequeño Nicolás" pretendía enviar a Mercadona
[Fragmento publicado por el diario "El Mundo"]
«El pequeño Nicolás intentó crear una guerra entre dos gigantes de la alimentación y cobrar en nombre de la vicepresidenta del Gobierno por solucionarla. El falso dossier que elaboró para entregárselo a Mercadona, con membrete fotocopiado del Gobierno y el nombre de Soraya Sáenz de Santamaría mal escrito, representa el esperpento que alcanzó su red de estafas, que la Policía considera ya obra del líder de una organización criminal. EL MUNDO ha tenido acceso a este documento, custodiado por el joven suplantador en su domicilio, en el que advertía a la empresa española de la existencia de una «operación Caída», urdida en secreto por Carrefour, y que consistía en difundir que muchos de sus productos son tóxicos o directamente cancerígenos. 

Aseguraba su informe que el Ejecutivo tenía constancia del ataque gracias al sistema de escuchas telefónicas Sitel del Ministerio del Interior y a un topo en el consejo de Carrefour -el agente secreto '4F'.» [...]


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