viernes, 18 de noviembre de 2016

Al Parlamento se viene a trabajar

"Estamos en el Parlamento para trabajar, no para saludar al Rey"

[Irene Montero]

Ramón Espinar, Irene Montero, Íñigo Errejón, Pablo Iglesias, Carolina Bescansa, etc. 'trabajando' en el Parlamento
[Fotografía de JM Cadenas]
Leemos en un diario digital lo siguiente:

«Irene Montero ha asegurado este miércoles que la anunciada intención de su grupo de no asistir [...] al saludo de bienvenida que los miembros de las Mesas de las dos cámaras darán a Felipe VI y la reina Letizia no es un desaire. Montero justifica esta actuación aludiendo a que "son actos meramente protocolarios que no sirven para nada más que para mirarse el ombligo las instituciones". En su opinión "lo que demostramos con nuestra no asistencia es que estamos en el Parlamento para trabajar, no para saludar al Rey".

Respecto a la polémica en torno a si Ramón Espinar debería o no dejar la portavocía, Montero lo tiene claro: "Él tiene que cumplir todos los documentos del partido y así será. Lo que hace daño a Podemos es que grandes empresarios traten de influir en nuestras decisiones", ha lamentado».





Ya que hablamos de Irene Montero, recordemos que es la número dos de Iglesias y una de las más fieles adictas a reírse de cuanto dice el oponente (también a morder, con sus afilados dientecitos), sea durante su "trabajo" en el Parlamento o en sus numerosas apariciones en La Sexta, ese canal en el que los de Podemos están "como Pedro por su casa", ya que allí disfrutan de una generosa barra libre.

De esa costumbre de reír cuando habla el otro, como manera de desacreditar lo que dice sin necesidad de argumentar nada, nos habla Juan Cruz en su columna titulada La vida, la opinión, los hechos y la risa. [Esto de reírse es un recurso que utilizan también algunos futbolistas trapalones para demostrar que el árbitro se ha equivocado y lanzar a la gente en su contra]. Pero no despistarse: veamos qué dice Juan Cruz de esas risitas de politiquillos y periodistas diversos:

[...] «Pero, últimamente, en el mundo de la información (de la información televisada, sobre todo) se ha puesto de moda la risa. Se dejó atrás el popular dicterio (“la letra con sangre entra”) y ahora la sangre entra con risa. Le quitas el volumen a los televisores y encuentras que los que debaten sobre hirientes sucesos están muertos de risa; y si subes el volumen advertirás que en efecto se ríen: de lo que dice el otro, mayormente. En el caso de los políticos, que se han contagiado o vienen ya con la risa de casa, es muy notorio: mientras el oponente habla él ya tiene en la cara la respuesta que va a dar: se va a reír de él, puesto que se está riendo desde que empezó a hablar el otro.[...]


Irene Montero se ríe de otro en La Sexta
Por esa vía de la risa ha resultado que los periodistas preguntan riendo, o riéndose, los informadores se ríen mientras expresan sus análisis unidimensionales y los políticos (y las políticas) ríen a mandíbula batiente (desde Esperanza Aguirre a Irene Montero, por poner dos ejemplos conspicuos, acompañados de la periodista que ríe, la incisiva y risueña Cristina Pardo) mientras el otro, con el que no están de acuerdo, va emitiendo sus juicios, o sus propias verdades como puños».

5 comentarios:

  1. Los diputados de Podemos fatal en la foto. Con poco garbo y muy mala colocación. Seguro que querían demostrar indiferencia al que estaba hablando. Posiblemente esta vez no se atrevieron a reír, como dice Juan Cruz, y optaron por hacer eso. Otros que enseñan la patita. O que se les ve el plumerito.

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  2. Bien apuntado Gran Uribe. También me había fijado yo en las risitas de los políticos, periodistas (el campeón sería el inefable Eduardo Inda), participantes en programas pretendidamente distendisos y tertulianos varios. Yo creía que este jijijaja se había originado en Cataluña, sobre todo en la Cataluña radiofónica, pero veo que la plaga -como la de los besitos de saludo- se extiende a "todo el Estado español", que diría un separatista. Me pone frenética.
    nvts
    nvs

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    1. Sí, otra de las maneras de despreciar lo que dice otro, además de reír a mandíbula batiente, es bostezar mucho o mirar el móvil.

      El problema, además de la grosería que supone esa actitud (que me ofende), es que esa gente está cobrando de todos nosotros un sueldazo, todo para que se dediquen a tocarse los huevos (y tocarlos), con perdón. Miles de euros que bastantes de ellos no han visto juntos en su puñetera vida (Bescansa y Espinar, sí) y que, cuando el chollo se acabe, tururut, habrá que empezar a buscar trabajo, ahora sí, aunque sea utilizando alguna puerta giratoria -cosas de la casta- que les catapulte a otro sitio mejor remunerado, si cabe.

      Muchas gracias
      F.G.

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  3. Yo me acuerdo de Zaplana cuando se estaba tratando lo del 11-M en el Parlamento. Aunque el propio Rubalcaba dijo alguna vez de él que era un tío gracioso, aquella sonrisa no tenía ni puñetera gracia.
    Mateo M.

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    1. Recuerdo a ese sujeto en el Parlamento, sentadito junto a Acebes (otro que tal) mofándose de lo que allí se estaba tratando...
      http://estaticos01.elmundo.es/elmundo/imagenes/2007/03/28/1175092522_g_0.jpg

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