Terribas, una fantástica nodriza

No podemos acusar a Ferran Monegal de españolismo, ciertamente. El hombre, eso sí, es un defensor a capa y espada de las televisiones públicas y de su exigible objetividad en el tratamiento de la información. Hasta hace unos años dedicaba grandes elogios a la tarea profesional de Mònica Terribas, por considerarla una periodista competente e imparcial. Gran Uribe también lo pensaba por entonces.
Pero Mònica debió de comprender que de esa manera no treparía muy arriba y se empezó a dedicar a chupar el culo a los que "remenen les cireres". Y así se convirtió en MoniCuatrocientosmilTerribas, una especialista en dar reconfortantes masajes a Artur Mas. El otro día "moderó" el debate en TV3 sobre las elecciones del 27ese. Y fue de pena, una vez más. Monegal, que no es tonto, hace tiempo que se ha dado cuenta del asunto y lo denuncia en su columna de hoy, titulada Mònica, Nodriza de Romeva.

«Prodigioso Debat el que ofició y protagonizó Mònica Terribas en TV-3. ¡Ahh! Qué formula más original, y más guerrera. Mientras Cuní, en el debate que organizó en 8TV, y Ana Pastor en La Sexta, hacían bien su papel de presentadores y moderadores, en TV-3 Mònica nos quiso dar un plus, una pirueta de gran diva del arte del agit prop. 
¡Ahh! Comprendamos a Mònica. Ha llegado un punto en que a esta sobresaliente pastorcilla radiofónica el oficio de periodista le queda corto. Su implicación en el procés es tan profunda y gloriosa que ha tomado para sí la virtuosa tarea de conductora del rebaño por el camino que dicta Junts pel sí, o sea, animadora de una ideología completa. Nada más comenzar, Mònica se hizo preparar un espectacular primer plano de ella, y nos colocó el siguiente introito: "Han movilizado a Obama, a Cameron, a Merkel...! El Papa no ha dicho nada desde Cuba..., por ahora. Pero los banqueros sí que lo han hecho. ¡Se han posicionado contra la independencia! Hasta algunos empresarios nos han recordado la época de El Noi del Sucre, cuando se les decía a los trabajadores lo que tenían que votar". O sea, abandonada la labor de periodista, abrazó entusiásticamente la propaganda y la agitación.
¡Ahh! Me extrañó que TV3 no le pusiera, también, un atril como a los otros.

Romeva en el regazo de Terribas

Pero lo más apasionante de Mónica fue cuando, nada más comenzar, se instituyó en nodriza protectora de Raül Romeva. Fue de un ternurismo muy hermoso. Romeva se iba haciendo el distraído cuando le preguntaban por los salvajes recortes del gobierno de Mas, y más distraído aún ante los temas de la pestilente corrupción en que está inmersa Convergència ("Yo no estaba, no estaba", iba escabulléndose). 
Pero Miquel Iceta no perdió el tiempo. Centró el tema: "Es la primera vez que TV3 organiza un debate y un candidato a presidente no aparece. Se esconde para no rendir cuentas. Este debate ha quedado amputado totalmente". 
¡Ahh! Esta certera advertencia dejó tan noqueado a Romeva, que Mónica decidió protagonizar otra heroica misión: proteger al distraído Raül en vista de que estaba contra las cuerdas. Fue maravilloso. Transformada en fantástica nodriza, cuidaba de que las andanadas llegasen al niño amortiguadas. Hubo un momento en que temí que Romeva, aturrullado, se abalanzara sobre Mònica buscando su regazo, hasta su frontis protector. ¡Ahh! Qué gran servicio».