Fotografía de Pedro Hernández |
No ha habido otro aragonés más querido por la gente. Pero no todo el mundo le quiso. Labordeta me contaba que siempre que se cruzaba con José María Aznar en el Congreso amagaba con saludarle pero Aznar ni siquiera le miraba. “Pero qué le habré hecho yo a este hombre”, murmuraba El Abuelo.
El paso de los años agiganta la condición de Labordeta como campeón de la decencia intelectual, política y moral. Se le extraña todo el rato. Por ejemplo, se echa mucho de menos su arte para mezclar, con naturalidad y sin prejuicios, el profundo amor por su tierra con el profundo amor por España, del que dio una lección en Un país en la mochila.
El día de su muerte, Emilio Lacambra, dueño del mítico restaurante Casa Emilio de Zaragoza, le rindió un bonito tributo al desvelar un secreto de Labordeta que sólo conocía él: si un mendigo se le acercaba en la calle, lo enviaba a comer a su restaurante y corría con la cuenta, aunque Emilio le obligó a ir a medias con él. Mi madre de 90 años, fascinada, dice que ya no se puede ser más bueno».
Me dicen que no quieres / [José Antonio Labordeta, Joaquín Carbonell y La Bullonera]
Me dicen que no quieres / que te cortejen / pienso que lo que quieres / que te festejen.
Que te festejen / tierra de los Monegros /
pues al paso que vamos / todo pa yermos.
Todo pa yermos, oye, / que te lo digo, /
que de los pobres nunca / hay un amigo.
Hay un amigo siempre / de los más ricos /
a esos les llevan agua / y cordericos.
También les llevan hombres / de los baldíos /
que con el agua cerca /se van del sitio.
Hay que coger al Ebro / y otros ríos /
y aplacar con sus aguas / tantos estíos.
Tantos estíos bestias / que han hundido /
a los Monegros secos / casi perdidos.
Casi perdidos pero / todos unidos /
vamos a aupar la tierra / pues no han vencido.
De esta tierra hermosa /dura y salvaje /
haremos un hogar / y un paisaje.
(José Antonio Labordeta - Javier Maestre)
Del emotivo artículo de Luis Alegre me quedo con estas palabras: "campeón de la decencia intelectual, política y moral". La canción popular "de combate" perdió ese 19 de septiembre uno de sus más admirables y ejemplares representantes.
ResponderEliminarEl Tapir
Todo eso que dice y además simpático, ocurrente y sencillo. MJ
ResponderEliminarCada vez que veo una foto de Labordeta o oigo una de sus canciones me pongo a llorar. No puedo evitarlo. Es un ser que me emociona. Profundamente.
ResponderEliminarEva
Un hombre decente, sí señor. Y con valor para enviar a la mierda a quien se lo bien lo merecía. Recordamos con mucho cariño a ese aragonés universal. Gracias, gran Uribe, por el artículo y el recuerdo.
ResponderEliminarMe uno a todos. No puedo evitar conmoverme cuando lo escucho. ¡Qué gran tipo perdimos hace ya cinco años! Hombre cabal y decente. Qué hueco dejó, qué pocos van quedando...
ResponderEliminarnvts