miércoles, 2 de septiembre de 2015

Los pobres flamencos de Pétrola

LA DANTESCA IMAGEN DEL DESASTRE EN LA LAGUNA DE PÉTROLA

Flamencos en Pétrola el pasado mes de julio / granuribe50.blogspot.com.es
A Gran Uribe le gusta mucho ver tormentas pero siempre le ha dado pánico el granizo. Cuando se lo ha encontrado conduciendo nunca ha sabido qué hacer, si pararse o seguir, con el peligro añadido de que se rompa el parabrisas y, además, te quede la carrocería hecha una pena. Volviendo de Albacete le pilló una este pasado mes de julio y las pasó canutas, la verdad. Y le da terror que le pueda coger un día paseando por el campo, con esos pedruscos como huevos de gallina cayéndole en la cabeza sin posibilidad de encontrar refugio.
Pero, aparte del consabido daño a los coches y a la agricultura, lo que nunca se le había ocurrido imaginar es que pudiera suceder lo de ayer en Pétrola. Se trata de un apacible lugar cercano a Albacete, con un paisaje precioso salpicado de lagunas muy frecuentadas por los flamencos y también por Gran Uribe, que las tiene retratadas hasta la saciedad.


Los Agentes Medioambientales de la Junta de Castilla-La Mancha han colgado en su cuenta de twitter estas dos imágenes que muestran lo sucedido ayer en las lagunas de Pétrola:

[Fotografías publicadas por masquealba.com]


En efecto, un tormentón de granizo ha arrasado la provincia de Albacete, destrozando coches, cosechas, etc. Pero las imágenes que mejor ilustran su violencia no están en la autovía A-31 ni en los tajos agrícolas, sino en la laguna de Pétrola, donde ornitólogos y agentes ambientales de la Junta contaban, al mediodía de ayer, más de 300 jóvenes flamencos muertos y cerca de 60 heridos, trasladados de urgencia al Centro de Recuperación de Aves de la Junta en Albacete, en la carretera de Ayora. Algunos flamencos más veteranos pudieron escapar al verse venir el asunto, pero los más jóvenes y los pollos nada pudieron hacer. Faltará saber si los que han sobrevivido querrán volver por allí...

El biólogo Juan Antonio Picazo lo explicaba así:
«Llegué a la laguna a las siete de la mañana y me quedé horrorizado. Los cadáveres de los flamencos estaban en el agua con traumatismos y machacados. Fue una auténtica lapidación. La mayoría eran crías o ejemplares juveniles que o bien aún no sabían volar o lo hacían con dificultades».

2 comentarios:

  1. Pobres. Tan esbeltos y elegantes, pero vulnerables, sin cobijo, a puro golpe de granizo. MJ

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  2. Menos mal que no ha agarrado al Gran Uribe paseando por allí... ¡Benedicamus domino!
    El Tapir

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