Torra le llora al «Síndic de Greuges»

En la política catalana no hay ningún cargo vitalicio, por lo menos en teoría, aunque el que ostenta el señor Rafael Ribó i Massó se le parece mucho. Se trata de un tipo perteneciente a la «izquierda fricandó», como la llama Gregorio Morán, o la «gauche caviar», en palabras de Ramón de España. Esa que ha transitado rápidamente a lo identitario, que es lo que reparte las prebendas a día de hoy. Pero Ribó estuvo listo y vio el chollete antes que otros. Él lo hizo en 2004, ya en época del tripartit, y obtuvo como premio el cargo de "Defensor del Pueblo de Cataluña" (Síndic de Greuges). ¡Ah!, «el Pueblo», ¡qué bien suena esa música!: compiten derecha, izquierda, populistas y nacionalismos diversos por ensalzarlo.

Pues en ese cargo tenemos todavía a ese vivales (con 138.000€ de sueldo, 22 asesores y 6,3 millones en gastos). Ya saben: el espabilado sujeto del viajecito con su secretaria-novia y algunos de sus asesores a ver la final de la Champions del Barça a cuerpo de rey —un error, según reconoce ahora—, con todos los gastos pagados (39000€ del ala) por un empresario procesista, no sabemos a cambio de qué (quizá por el "tema tres per cent"); también el que dice que la policía se excedió con la porra contra los pobres CDR quemacontainers que luchan por Cataluña o el que afirma sin que se le caiga la cara de vergüenza que el mayor problema de la sanidad catalana se debe al uso que de ella hacen el resto de los españoles.
 

Y con pinta ese sujeto de convertirse en «Defensor del Pueblo de Cataluña» vitalicio. Un tipo que nunca ha resuelto nada de nada y que lo único que ha hecho es ejercer de "La Voz de su Amo" (del poder establecido en Cataluña, que no del "Pueblo").

[«El @sindicdegreuges considera que en el caso de mi inhabilitación se han vulnerado los derechos fundamentales y se ha cuestionado la democracia. También se ha comprometido a trasladarlo a las instituciones europeas de defensa de los derechos humanos, un hecho que ayudará a llevar la causa a Europa»].

Pues bien, ya tenemos a nuestro ex Honorable President de la Generalitat yendo a su despacho a llorarle para que se mueva en protesta por el terrible agravio que ha sufrido. Si el exMHP Torra se cree que ese holgazán va a hacer algo por él (y por el procés) en Europa —aparte de pegarse unos cuantos viajecitos a nuestra costa— ahora que ya no es nadie ni pinta nada (a pesar del "modesto" sueldecito y pensión vitalicia que le ha quedado por sus dos años de "trabajo" al frente de la Generalitat), es que es más tontolhaba de lo que nos pensábamos (para lo del sueldo sí que ha estado listo).