Hoy, 17 de octubre, como ya sabrán muchos de ustedes, se cumplen cien años del nacimiento del gran Miguel Delibes (Valladolid, 17 de octubre de 1920-Valladolid, 12 de marzo de 2010), que murió hace diez. El 25 de mayo de 1975 pronunció su discurso de entrada en la Real Academia Española (RAE), que fue bastante premonitorio, al que dio como título "El sentido del progreso desde mi obra". En nombre de la RAE le contestó el filósofo Julián Marías, padre del novelista Javier Marías.
Recordemos que Delibes fue bastante criticado en su día porque en su texto hablaba sobre todo del deterioro de la naturaleza, de la degradación del medio ambiente, del abandono del campo, de las causas que han provocado todo eso —temas que le obsesionaban— y bastante poco de literatura, aunque también lo hiciera, pero en menor medida de lo esperado. En fin, no se nos ocurre mejor homenaje a su figura que rescatar al azar algunos de los párrafos de aquel discurso, que luego se publicó en forma de libro, bajo el título Un mundo que agoniza, publicado por Plaza y Janés en 1979. De él extraemos también las ilustraciones de José Ramón Sánchez.
[...] «Mas, para nuestra desgracia, no sólo el culatazo del
progreso empaña la brillantez y eficacia de las conquistas de
nuestra era. El progreso comporta —inevitablemente, a lo que se
ve— una minimización del hombre. Errores de enfoque han venido a
convertir al ser humano en una pieza más —e insignificante— de
este ingente mecanismo que hemos montado. La tecnocracia no casa
con eso de los principios éticos, los bienes de la cultura
humanista y la vida de los sentimientos.
En el siglo de la tecnología, todo eso no es sino letra muerta.
La idea de Dios, y aun toda aspiración espiritual, es borrada en
las nuevas generaciones —seguramente porque la aceptación de estos
principios no enalteció a las precedentes— mientras los estudios
de Humanidades, por ceñirme a un punto concreto, sufren cada día,
en todas partes, una nueva humillación. Es un hecho que las
Facultades de Letras sobreviven en los países más adelantados con
las migajas de un presupuesto que absorben casi íntegramente las
Facultades y Escuelas técnicas.
En este país se habla ahora de suprimir la literatura en los
estudios básicos —olvidando que un pueblo sin literatura es un
pueblo mudo— porque, al distraer unas horas al alumnado, distancia
la consecución de unas cimas científicas que, conforme a los
juicios de valor vigentes, resultan más rentables. Los carriles
del progreso se montan, pues, sobre la idea del provecho, o lo que
es lo mismo, del bienestar. Pero, ¿en qué consiste el bienestar?
¿Qué entiende el hombre contemporáneo por "estar bien"?
»En la respuesta a estas interrogantes no es fácil el acuerdo.
Ello nos desplazaría, por otra parte, a ese otro complejo problema
de la ocupación del ocio. Lo que no se presta a discusión es que
el "estar bien" para los actuales rectores del mundo y para la
mayor parte de los humanos, consiste, tanto a nivel comunitario
como a niveles individuales, en disponer de dinero para cosas. Sin
dinero no hay cosas y sin cosas no es posible "estar bien" en
nuestros días.
El dinero se erige asi en símbolo e ídolo de una civilización. El
dinero se antepone a todo; llegado el caso, incluso al hombre. Con
dinero se montan grandes factorías que producen cosas y con dinero
se adquieren las cosas que producen esas grandes factorías. El
hecho de que esas cosas sean necesarias o superfluas es accesorio.
El juego consiste en producir y consumir, de tal modo que en la
moderna civilización, no sólo se considera honesto sino
inteligente, gastar uno en producir objetos superfluos y emplear
noventa y nueve en persuadirmos de que nos son necesarios.
Ante la oportunidad de multiplicar el dinero —insisto, a todos
los niveles—, los valores que algunos seres aún respetamos son
sacrificados sin vacilación. Entre la supervivencia de un bosque o
una laguna y la erección de una industria poderosa, el hombre
contemporáneo no se plantea problemas: optará por la segunda.
Encarados a esta realidad, nada puede sorprendernos que la
corrupción se enseñoree de las sociedades modernas. El viejo y
deplorable aforismo de que cada hombre tiene su precio alcanza así
un sentido literal, de plena y absoluta vigencia, en la sociedad
de nuestros días».[...]
Y, unas páginas mas adelante, acaba así el discurso y Un mundo que agoniza:
[...] «Porque si la aventura del progreso, tal como hasta el día la hemos entendido, ha de traducirse inexorablemente, en un aumento de la violencia y la incomunicación; de la autocracia y la desconfianza; de la injusticia y la prostitución de la Naturaleza; del sentimiento competitivo y del refinamiento de la tortura; de la explotación del hombre por el hombre y la exaltación del dinero, en ese caso, yo, gritaría ahora mismo, con el protagonista de una conocida canción americana: "¡Que paren la Tierra, quiero apearme!"» |
No conocía este discurso cuyas líneas maestras he leído ahora en tu blog. He sido 37 años profesor. Durante la LGE yo era profesor de literatura en exclusiva, fueron los mejores años de mi vida profesional. La Logse vino a eliminar prácticamente la literatura de los planes de estudio sin que se levantara ninguna campaña crítica en su contra. Esto fue hecho por los partidos progresistas que defendieron la logse pero tienen en sus logros, haber acabado con las humanidades en los estudios medios españoles. Emilio Lledó habló al respecto, pero no ha habido nunca un reconocimiento de la desaparición de la literatura como materia fundamental. Yo lo viví dramáticamente y dejé de ser profesor de literatura. De ahí mi cuestionamiento del progresismo, en el mismo sentido que Miguel Delibes del que he leído casi todo. A mis alumnos les hacía leer El camino y El príncipe destronado. Un escritor con una densidad que los progresistas de ahora no tienen.
ResponderEliminarPues sí, sabe mal decirlo, pero los grandes impulsores de la práctica supresión de la Literatura de los planes de estudio fueron los predecesores en el PSOE de esta partida de indocumentados de hoy en día. Mi mujer también tuvo que soportar eso, sin que nadie relevante dijera nada.
EliminarTengo el libro "Un mundo que agoniza", pero de él solo he escaneado las imágenes; para no tener que hacer lo mismo con el texto ni copiarlo, que es un coñazo, he tomado del enlace adjunto algunos párrafos de su discurso:
https://www.rae.es/sites/default/files/Discurso_de_ingreso_Miguel_Delibes.pdf
Gracias por el enlace ¡¡¡
ResponderEliminarsalut
Gracias a ti, Miquel. A tus pies y para lo que te sirvas pedirme.
EliminarDesde aquí quiero animar a leer su última obra, "El hereje", escrita sin duda en estado de gracia. Acompañar a su protagonista hasta el final es vivir una experiencia inolvidable. Nunca estaremos suficientemente agradecidos a Delibes.
ResponderEliminarPues ya que lo dice, le informo a usted que aquí, en "El blog del gran Uribe" está casi todo, solo hace falta saber buscarlo. Concretamente, ya fue tratado este asunto que usted cita de "El hereje" en la entrada:
Eliminarhttps://granuribe50.blogspot.com/2014/06/el-hereje-de-delibes_1255.html
Muchas gracias G.U. por la entrada, así como a ambos, G.U. y Marifríos, por la asesoría literaria. Siempre resultó. MJ
EliminarSeguiremos en ello. Muchas gracias a ti por seguir ahí.
EliminarDon Miguel Delibes es un sabio, y lo pongo en presente, porque sigue presente. Para mi es el mejor escritor de Lengua Española que dio el siglo XX, y es sabio porque sabe ver, sabe escuchar y habla con mesura y prudencia. El rescate de palabras del castellano que hizo, es simplemente impagable, el retrato de personas, de situaciones, incluso del clima es espectacular. Las Ratas es uno de mis favoritos y aunque no soy cazador, ni me gusta la caza, tiene un Tratado de caza de la Perdiz Roja que es una obra maestra. Escritor completo y gran persona. El hereje que mencionais me lo leí casi de una tirada y lo deje en país de Centroamérica como regalo a una persona. Poco respeto hay hacia el "maestro" Delibes.
ResponderEliminarAl fondo de mi blog esta toda su obra:
AÚN ES DE DÍA (1949) EL CAMINO (1950) EL LOCO (1953) MI IDOLATRADO HIJO SISÍ (1953) LA PARTIDA (1954) DIARIO DE UN CAZADOR (1955). PREMIO NACIONAL DE LITERATURA. SIESTAS CON VIENTO SUR (1957). PREMIO FASTENRATH. DIARIO DE UN EMIGRANTE (1958) LA HOJA ROJA (1959). PREMIO DE LA FUNDACIÓN JUAN MARCH. LAS RATAS (1962). PREMIO DE LA CRÍTICA. ADAPTADA EUROPA: PARADA Y FONDA (1963) LA CAZA DE LA PERDIZ ROJA (1963) VIEJAS HISTORIAS DE CASTILLA LA VIEJA (1964) USA Y YO (1966) EL LIBRO DE LA CAZA MENOR (1966) CINCO HORAS CON MARIO (1966) PARÁBOLA DEL NÁUFRAGO (1969) POR ESOS MUNDOS : SUDAMÉRICA CON ESCALA EN LAS CANARIAS (1970) CON LA ESCOPETA AL HOMBRO (1970) LA MORTAJA (1970) LA PRIMAVERA DE PRAGA (1970) CASTILLA EN MI OBRA (1972) LA CAZA DE ESPAÑA (1972) EL PRÍNCIPE DESTRONADO (1973) LAS GUERRAS DE NUESTROS ANTEPASADOS (1975) VIVIR AL DÍA (1975) UN AÑO DE MI VIDA (1975) SOS : EL SENTIDO DEL PROGRESO DESDE MI OBRA (1976) ALEGRÍAS DE LA CAZA (1977) EL DISPUTADO VOTO DEL SEÑOR CAYO (1978). AVENTURAS, VENTURAS Y DESVENTURAS DE UN CAZADOR A RABO (1978) UN MUNDO QUE AGONIZA (1979) LAS PERDICES DEL DOMINGO (1981) LOS SANTOS INOCENTES (1982) EL OTRO FÚTBOL (1982) DOS VIAJES EN AUTOMÓVIL: SUECIA Y PAÍSES BAJOS (1982) CARTAS DE AMOR DE UN SEXAGENARIO VOLUPTUOSO (1983) LA CENSURA EN LOS AÑOS CUARENTA (1984) KASTILA ZAHARREKO KONTU ZAHARRAK (1985) EL TESORO (1985) CASTILLA HABLA (1986) TRES PÁJAROS DE CUENTA (1987) MIS AMIGAS LAS TRUCHAS (1987) 377A, MADERA DE HÉROE (1987) MI QUERIDA BICICLETA (1988) DOS DÍAS DE CAZA (1988) CASTILLA, LO CASTELLANO Y LOS CASTELLANOS (1988) MI VIDA AL AIRE LIBRE (1989) NACHO, EL MAGO (1990) PEGAR LA HEBRA (1991) EL CONEJO (1991) SEÑORA DE ROJO SOBRE FONDO GRIS (1991) LA VIDA SOBRE RUEDAS (1992) EL ÚLTIMO COTO (1992) UN DEPORTE DE CABALLEROS (1993) 25 AÑOS DE ESCOPETA Y PLUMA (1995) LOS NIÑOS (1995) DIARIO DE UN JUBILADO (1996) HE DICHO (1997) EL HEREJE (1998). PREMIO NACIONAL DE LITERATURA. LOS ESTRAGOS DEL TIEMPO (1999) CASTILLA COMO PROBLEMA (2001) DELIBES-VERGÉS. CORRESPONDENCIA, 1948-1986 (2002) ESPAÑA 1939-1950: MUERTE Y RESURRECCIÓN DE LA NOVELA (2004) LA TIERRA HERIDA: ¿QUÉ MUNDO HEREDARÁN NUESTROS HIJOS? (2005).
Para orgullo de Burgos venia muy a menudo a un pueblo, a Sedano, donde era querido y respetado por todos, partidas de cartas con los vecinos, paseos, caza...
Cuando fui concejal de mi pueblo, propuse ponerle una calle y no salió adelante.
Grande, muy grande, Don Miguel.
Un saludo
Pues sí, muy grande. "Las ratas" también es la que más me ha gusta, junto con la última, "El hereje". Yo tampoco soy cazador pero me encantaban sus libros "cinegéticos". No me extrañaría que ahora ninguneen a Delibes en parte precisamente por eso, por ser cazador, actividad que está muy mal vista por los bienpensantes de hoy en día, que en seguida te crucifican si haces algo que les parece mal.
EliminarMuchas gracias por el comentario y por el listado de obras.