"Vamos al matadero sin armas de defensa"

Eso nos confiesa, textualmente, una profesora que se incorpora dentro de unos días a su actividad docente. Otra nos dice (traducimos del catalán): «Ahora, como docentes no tenemos obligación de enseñar. Sí de limpiar, airear, y sobre todo una función social y de primera necesidad. A mí no me dan mascarillas, pero si un spray para limpiar. Con trapo, para ser sostenibles, que utilizaré durante 5 cambios de clase diarios con un intervalo de 10/15min entre clase y clase para desinfectar y airear. Soy como una camarera de la educación. [...] Por cierto, cierro en Bachillerato con 30/35 alumnos. En tutoría, 37. Todo es una puta mentira y engaño».

Viñeta de JM Nieto (4/9/2020)

En fin, solo queda por ver el kit que traen los zagales al colegio, con agua, hidroalcohol, kleenex, mascarillas, etc. Se trata de una especie de bolsita que tendrá que revisar el profesor/a al entrar al aula y controlar su adecuada utilización.

G.U. recuerda que, en su tierna infancia, su padre leyó una noticia en La Vanguardia (siempre lo hacía en voz alta, sobre todo cuando eran un poco disparatadas) que le quedó grabada. Se trataba de una señora a la que cuando acudió al dentista, éste le informó de que le había crecido una pequeña tomatera en la dentadura, por falta de higiene. Pues bien, no será extraño ver aparecer estos días por los colegios mascarillas con tomatera incorporada, en el mejor de los casos. Quizá no imaginen ustedes ¡cómo se alegra G.U. de no tener que incorporarse estos días al instituto para dar clase!