Barcelona desde el observatorio Fabra; Alfons Puertas (9/9/2020) |
La llaman "supercélula". Veremos qué tiempo hace pasado mañana en la Diada. Ojalá sea como éste.
Este tiempo le gusta mucho al pobre hibisco de la terraza. Tiene ya 33 años, del año que nos casamos en la iglesia de San Jorge (Sant Jordi), en Ibiza. Nos lo regaló una señora de Cádiz muy simpática (epd), que vino a la boda.
Al principio, G.U. se creía que le duraría "dos telediarios" (es un pésimo jardinero) y lo cierto es que ha pasado épocas muy malas durante los inviernos o cuando no lo riega nadie por quedarse solo. Pero sobrevive, aunque un poco desplumado, y le encanta el mes de septiembre, sobre todo cuando llueve de esta manera.
En cuanto a la estatuilla que se ve fuera de foco al fondo, es otro de los pocos recuerdos del padre, quien seguramente lo había heredado a su vez del abuelo Julio, en línea con lo que explicábamos ayer del tintero portaplumas de Talavera.
Es una flor maravillosa...Enhorabuena y por muchos años
ResponderEliminarOstras yo tengo uno que no veas....
ResponderEliminarEs una planta bastante resistente, tenemos una en el balcón desde hace quince años, y ha soportado de todo. Desde el clima, hasta las "podas salvajes" a mordiscos que nuestro perro "Atila" le hizo en su día.
ResponderEliminarEl pobre "Atila" falleció hace algo mas de un año victima de un cáncer, pero el hibisco sigue en el balcón, impertérrito y casi eterno.
Mi pobre hibisco no soporta estoicamente las podas de ningún colega de "Atila" porque no tengo perro, pero sí las mías, realizadas sin criterio alguno porque no tengo ni p*** idea de jardinería, pero bastante agresivas, y lo hace sin pestañear. Al poco tiempo vuelve a estar "plenamente operativo", el pobre. Creo que el día que fallezca, que esperemos lejano, será muy duro para mí.
ResponderEliminarSu hibisco tiene un aspecto magnífico. ¡Qué envidia! Yo solo puedo tener cactus en mi terraza. Puede que sea por la orientación o porque no tengo mano para las plantas. Me inclino por lo segundo, he vivido en montón de pisos y en ninguno he podido con las plantas.
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