lunes, 21 de septiembre de 2020

Al arquitecto Fisac ¡que no me lo toquen!

G.U. tiene un gran aprecio y admiración por la figura del arquitecto Miguel Fisac (1913-2006) y por su obra. Hubo una época en que un servidor escribía respetuosos y trabajados artículos sobre grandes arquitectos para una revista de construcción (que nunca consiguieron ser cobrados, por cierto). Éste, en concreto, fue a raíz de su setenta aniversario. 

Pues bien, él fue el único de entre los arquitectos vivos que tuvo el detalle en enviarle una nota de agradecimiento, la cual adjuntamos con el apellido borrado. Y es que se trataba de una persona educada y "un caballerazo como de aquí a Lima" (una frase tomada en préstamo de un pariente de quien esto escribe). La guardamos como oro en paño, casi como si fuera un autógrafo de Uribe, de Piqué o del mismísimo Messi.

Nota de Miguel Fisac a G.U. (9/1/1984)

Pues se diría que el hecho de que Fisac fuera eso, todo un caballero, que trabajara durante el franquismo, que fuera un tipo muy religioso y que tuviera bigote a lo Arias Navarro son factores que deben de ser decisivos en la falta de respeto que se detecta actualmente hacia su obra. El año pasado se cumplieron 20 años del derribo de "La Pagoda" (de los laboratorios Jorba, en la carretera del aeropuerto de Barajas), y hace dos años la piqueta se llevó por delante el conjunto de naves y silos portuarios situados en la fachada sur del Barrio Pesquero de Santander, incluido el pequeño edificio de oficinas, diseñado todo ello por Fisac. No han sido los únicos destrozos; ha habido otros, aunque menos radicales.

Ahora nos enteramos de la nueva decoración —a cargo de Boa Mistura, gente valiosa, pero que ya ha perpetrado algunas actuaciones bastante molestas— del Polideportivo Alhóndiga, de Getafe, que fue la última obra que firmó Fisac; una obra con unas texturas del hormigón muy bien trabajadas, algo habitual en su trayectoria. 

Pues qué quieren que les diga, a la gente que ama la arquitectura considerada como una de las bellas artes (aquella que es buena, serena, equilibrada, la que resuelve cosas con eficacia y coherencia, aunque sea sin dar espectáculo), le duelen mucho estas historias. También cómo se banaliza tal "bella arte".

El "antes y el después" del Polideportivo Alhóndiga (Getafe)

Esta operación de camuflaje está muy en línea con las recientes actuaciones en el faro de cabo de Ajo o en los silos de cereal de la provincia de Ciudad Real (que no sabemos si incluye también el de Daimiel, pueblo natal del propio Fisac). 

G.U. tampoco sabe, como señala Jose Ramón Hernández Correa en su blog de ¿Arquitectamos locos?, «cómo se ha podido implantar la creencia, la convicción, de que una pared de color liso y claro es un aburrimiento que hay que evitar a toda costa, y de que para que una colectividad pueda vivir feliz hay que pintarle las paredes de colores».

Sugerencias para futuras actuaciones en edificios de Miguel Fisac (granuribe50)

Pues si es por paredes, van encontrar en la obra de Fisac un buen repertorio para poner colorines. Las bodegas Garvey, las iglesias tan maravillosas que diseñó, el colegio de los Padres Dominicos, las casas de cultura (como la de Cuenca) y un etcétera largo, no, larguísimo. Aquí les mostramos algunas sugerencias de "actuación" sobre edificios de ese autor.

La cosa pinta mal. No somos enemigos del "arte urbano" o como se llame (del bueno, que haberlo, haylo), pero en su debido contexto. Tal como señala el susodicho bloguero de Arquitectamos locos: «Se ve que no hay tapias cutres en Getafe, no hay naves industriales deslavazadas cuyos propietarios e incluso cuyos autores estarían encantados de que esta gente tan pizpireta les diera una manita de pintura».







P.D. Revista de prensa

[...] «Tiempos en que las autoridades son de una ignorancia oceánica rayana en el analfabetismo y los “activistas” dan muestra de una iconoclastia verdaderamente imbécil, y en que cualquier elemento con algo de refinamiento o sutileza estorba, quizá ofende; como la obra de Fisac. Los vándalos de esta nueva edad media todo lo quieren a gritos, colorista, vulgar y complaciente con el mínimo común denominador. Todo, sea el faro de Ajo o los elegantes silos de Castilla o el polideportivo de Getafe, debe ser pintarrajeado para que salga bien llamativo en una foto de instagram. Los matices deben ser destruidos. Toda delicadeza y todo lo que apele a las zonas más sensibles del espíritu humano será echado abajo en nombre de la empatía y del buen rollo».







9 comentarios:

  1. Gracias por ponernos ejemplos de su arquitectura.
    Salut a su obra.

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    1. ¡Un poco de alegría de la huerta a esas paredes tan vacías! Parece que los muros tengan que tener aberturas. Si están ciegos no valen para nada, y eso no es cierto: tienen tanta importancia los unos como los otros en el conjunto final. Y si no, que se lo pregunten, entre otros, a Fisac...
      Bueno, si pudiera responder ya te digo yo lo que contestaría; no en vano era un maestro en el uso del hormigón visto, con toda su textura y su potencia.

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  2. Una prueba más de la infantilización de esta sociedad y de la ignorancia de los políticos. No obstante, lo de la pintura puede revertirse, pero los derribos tienen peor solución. En Valencia tiraron en su momento la casa de Blasco Ibáñez. Años después la volvieron a construir. Doble gasto y ahora tienen algo que vale la mitad, por decir algo. Pero es algo mejor que la nada.
    Mateo M.

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    1. Yo creo que no es tan fácil revertir esas situaciones a su estado original. Esa es la coartada para cometer ciertas tropelías: que si no gusta se hace "reset". Hay multitud de trabas, mucha indolencia e incultura de por medio.

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    2. Ahora,¡a por las murallas de Ávila!

      [img]https://pbs.twimg.com/media/Eic3EI_XcAMXU1g?format=jpg&name=small[/img]

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    3. Ya puestos... ¡A la Alhambra! Así es un monumento lleno de vitalidad y alegría, nada de los muros marrones y en mal estado.

      [img]https://pbs.twimg.com/media/Eignwm6WAAA7U6y?format=jpg&name=small[/img]

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  3. Me encantan estas entradas de arquitectura, aunque yo no sé gran cosa del tema. Estoy mucho rato observando las imágenes de esas construcciones, siempre muy bien escogidas. Se nota la mano del experto.
    Por cierto, relacionado con esto, estuve mirando lo de colorear los faros (hay bastantes pintarrajeados) y en origen son blancos por algo. Como referente para los navegantes durante el día en blanco destacan más. Además, si se pintan, el cambio tiene que constar en la guía de faros. Creo que con los faros no deberían meterse. MJ

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    1. Bueno, MJ, las imágenes de los edificios de Fisac están mejor sin el camuflaje a que las he sometido. Sí, lo mejor es que los faros sean blancos; se admite que tengan franjas. No sabía que hubiera otros faros tuneados con colorines, pero no me sorprende.

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  4. No será nada fácil quitar la pintura y restituir las texturas que se imprimieron de ese hormigón.

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