Bueno, les explico. G.U. está simultaneando otros libros con la relectura de Don Quijote de la Mancha, obra escrita en 1604 por un sujeto llamado Miguel de Cervantes Saavedra (Miquel Servent, tal como dicen por aquí que fue su autor); tan grato solaz le permite, entre otras cosas, viajar por las planicies castellanas sin necesidad de salir de casa, y eso le ayuda a ampliar sus horizontes, dado que en los últimos tiempos apenas ve más allá de su ventana o de sus narices.
Aprovechando que hoy se ha permitido deglutir lo que se llama por aquí un bon àpat (también lo llaman un bon tiberi), no ha podido por menos que recordar los fiestorros de Sancho Panza en la Ínsula Barataria. También el momento en que don Quijote lo escogió como escudero, con la vaga promesa de que en el futuro pudiese llegar a ser gobernador de una ínsula, objetivo harto complicado de alcanzar en aquel entonces y más fácil hoy en día, como es de sobras conocido. ¡Qué bien hizo Sancho en aceptar el ofrecimiento!, aunque a veces las pasaran un poco p**** en aquellas andaduras...
«En este tiempo, solicitó don Quijote a un labrador vecino suyo, hombre de bien —si es que este título se puede dar al que es pobre—, pero de muy poca sal en la mollera. En resolución, tanto le dijo, tanto le persuadió y prometió, que el pobre villano se determinó de salirse con él y servirle de escudero. Decíale, entre otras cosas, don Quijote que se dispusiese a ir con él de buena gana, porque tal vez le podía suceder aventura que ganase, en quítame allá esas pajas, alguna ínsula, y le dejase a él por gobernador della. Con estas promesas y otras tales, Sancho Panza, que así se llamaba el labrador, dejó su mujer y hijos y asentó por escudero de su vecino». |
No encontrará mejor lectura ¡¡¡
ResponderEliminarMe gustan los sonetos del pastor ¡¡¡
Un abrazo
Tienes razón. En los tiempos que corren no hay mejor relectura ni más tranquila, por lo menos para mí. Cuando llegue a los sonetos del pastor, no inquietarse: ¡daré novedades!, como decían en la mili.
EliminarHe leído El Quijote varias veces y cada lectura me ha sido diferente. En el colegio marista donde estudié era libro de lectura en una adaptación. Luego lo leí durante la carrera de filología a los diecinueve años y me pareció una obra divertidísima. A lo largo de mi vida lo he leído tres o cuatro veces más y he visto, junto al humor, la honda amargura que destila. Una vez la leí realizando por la Mancha la ruta cervantina. Como profesor ha sido lectura obligatoria durante más de quince años, una lectura de algunos capítulos seleccionados -una melonada de la administración-. No he encontrado demasiados alumnos que a los diecisiete años lo apreciaran por más arte que intentaba poner en mis clases, planteando El Quijote como juego de perspectivas. Ciertamente se ha perdido en dimensión lectora en un tiempo en que todo son lecturas ligeras y bastante banales. El Quijote es una obra para leer y releer a lo largo de la vida.
ResponderEliminarPeligro con las adaptaciones escolares, y con la lectura de capítulos seleccionados. Hay que leerlo tranquilamente y dejarse ir, como estoy volviendo a hacer ahora, en que tengo horas libres a mansalva y escasas obligaciones, aparte de las propiamente caseras. Comprendo que tuvieras problemas en tu clase. Mi esposa fue profesora de Lengua Castellana y ni te cuento lo que explicaba...
EliminarLa práctica totalidad de los islandeses han leído alguna vez las sagas islandesas... ¿ te imaginas que aquí ocurriese igual en torno al Quijote?
ResponderEliminarImpensable.
Hubo un tiempo en el que buscaba denodadamente ediciones singulares del Quijote, me iba mucho al Rastro madrileño, ¡lo recuerdo como unos momentos profundamente emocionantes!
Gracias por mantener en pie al ilustre caballero y a su fiel escudero.
Abrazo, Álvaro.
Yo tengo varias ediciones, pero me abruman aquellas que están plagadas de notas al margen (cada tres palabras... superíndice y notita explicativa). Me gusta la lectura sin cortapisas, y si hay una palabra o expresión que no entiendo, me da igual. La que manejé más a menudo es la de Martín de Riquer, que era más contenida en esos incisos y permite una lectura más fluida..
EliminarComo voy y vengo por él, un capítulo de vez en cuando entre otras lecturas, ya iré volviendo; es un tema inagotable.
Gracias a ti, por estar y dar ánimos, Paco.
Es curioso, G.U., yo también estoy en ello. La edición que leo ahora es la del IV centenario. Me la regaló una amiga entonces. Está plagada de notas de Francisco Rico, pero paso de la mayoría de ellas. Voy por "lo que le pasó a Don Quijote con su sobrina y con su ama". Un gusto releerlo. MJ
ResponderEliminarEs una bonita edición y un buen regalo, desde luego. "El erudito profesor Rico", como lo llama con cierta ironía Javier Marías en alguna de sus novelas, en las que figura como personaje, es muy erudito, aunque a veces un poco demasiado, y se cree tener la patente de todo lo que se relacione con Cervantes y don Quijote. En el párrafo que señalo, donde Riquer solo pone dos notas al margen, Rico ¡diez!
EliminarRecuerdo una frase de Sancho Panza en su lecho de muerte que me dejó pensativo la primera vez que lo leí.
ResponderEliminarConfieso que entonces no lo entendí en su profundidad, de eso hace unos cuarenta años, pero en mi segunda lectura, vente años después, comprendí a Sancho, lo comprendí tanto que creo es la frase más acertada de todo el libro, teniendo muchas (la conversación metafísica entre los dos jumencos, por ejemplo).
Dice Sancho: "Yéndome desnudo como me estoy yendo, es seguro que he gobernado como un ángel"
salut
Está en el capítulo 53 (LIII). Una buena prueba de que el pobre Sancho Panza fue un buen gobernante de su pequeña ínsula. Pocos pueden decir lo mismo, ya que pocos se van desnudos...
EliminarMe sumo a lo que dice Paco Castillo: «Gracias por mantener en pie al ilustre caballero y a su fiel escudero». Ellos dos nos ayudan y, muchas veces, nos hacen sonreir, que buena falta nos hace.
ResponderEliminarSigue adelante, Uribe. No tienes dos entradas iguales y eso se agradece, el cambio de registro, pero siempre con buen humor. Y que no falte. Literatura, arte y arquitectura, actualidad, buenos enlaces a artículos curiosos, fotografía, humor, tus montajes con la "firma digital" de la imagen de Uribe cuando la ocasión lo pide. Y encima, bien escrito. Me lo paso bien siguiéndote.
Muchas gracias
F.G.
Gracias por darme ánimos, F.G. A veces uno está a punto de claudicar y son mensajes de este tipo los que le mueven a seguir. La verdad es que con lo del virus, apenas salgo de mi barrio, no viajo, ni veo exposiciones, ni hago fotografías. Eso me reduce mucho los asuntos a tratar... Los políticos, ya ves el juego que dan, más bien deprimente, y la actualidad en general ni te cuento.
Eliminar"Nunca te guíes por la ley del encaje, que suele tener mucha cabida con los ignorantes que presumen de agudos.Hallen en ti más compasión las lágrimas del pobre, pero no más justicia, que las informaciones del rico. Procura descubrir la verdad por entre las promesas y dádivas del rico, como por entre los sollozos e importunidades del pobre.
ResponderEliminarCuando pudiere y debiere tener lugar la equidad, no cargues todo el rigor de la ley al delincuente, que no es mejor la fama del juez riguroso que la del compasivo. Si acaso doblares la vara de la justicia, no sea con el peso de la dádiva, sino con el de la misericordia. No te ciegue la pasión propia en la causa ajena, que los yerros que en ella hicieres, las más veces, serán sin remedio; y si le tuvieren, será a costa de tu crédito, y aun de tu hacienda.
Al culpado que cayere debajo de tu jurisdicción considérele hombre miserable, sujeto a las condiciones de la depravada naturaleza nuestra, y en todo cuanto fuere de tu parte, sin hacer agravio a la contraria, muéstratele piadoso y clemente, porque, aunque los atributos de Dios todos son iguales, más resplandece y campea a nuestro ver el de la misericordia que el de la justicia."
Estos son los consejos que da Quijote a Sancho cuando parte para tomar posesión de la Ínsula Barataria, consejos atinados, a mi parecer...
Un saludo
¡Qué bueno! Una parte del capítulo XLII. No tiene desperdicio... ¡Gracias!
Eliminarhttps://cvc.cervantes.es/literatura/clasicos/quijote/edicion/parte2/cap42/cap42_02.htm