martes, 19 de febrero de 2019

"El tiempo vuela"

Lo dice Tot Barcelona con frecuencia, recordándonos a Los Pekenikes: "El tiempo vuela". Tiene más razón que un santo...





Pues sí, vuela. Parece que fue ayer cuando colgamos este cuadro (y esta entrada) y ha pasado exactamente un año...

San Álvaro de Córdoba y el encuentro entre la Catedral y la Mezquita / [Abariltur / granuribe50]

«La inserción de la Catedral fue realizada con tal precisión que su presencia en el interior de la Mezquita constituye una continua sorpresa para quien ama detenerse ante los problemas que gravitaron sobre el trabajo del arquitecto. En la planta no se aprecia el ingenioso modo en que el impresionante hueco de la Catedral niega violentamente la modesta altura de la Mezquita, aumentando así el dramatismo que implica el encuentro de dos arquitecturas tan diferentes. Paradójicamente, la Catedral favorecía la unidad de la Mezquita».

Estos elogios a este monumento espléndido tienen doble valor por quién los hace: Rafael Moneo, uno de los mejores arquitectos españoles, que acaba de publicar un libro en el que habla de este edificio, de la Lonja de Sevilla y del carmen de Rodríguez-Acosta, en Granada.


Ya saben, la Mezquita-Catedral de Córdoba, ese edificio que pretende expropiar Podemos para dedicarlo al culto islámico.



7 comentarios:

  1. ¿Cómo? ¿Es cierto eso de Podemos?
    El Tapir

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  2. A propósito. Felicidades G.U. por su santo (San Álvaro de Córdoba). Y otra cosa: esa foto aérea es sumamente explicativa de la esencia del monumento, que yo creo es único en el mundo.
    El Tapir

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    1. Único, en efecto. Aún recuerdo la primera vez que la visitamos, en "un alocado viaje" con cinco francesitas, una de ellas con la "Guide Bleu" en ristre. Luego he ido varias veces, pero la primera imagen, la de entonces, es la que no se me borra.

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  3. Sí, sí, el tiempo vuela. Parece que fue ayer cuando visité por primera vez la mezquita y han pasado tantos que casi me hacen olvidar las lecciones de Moneo. Admiro a Moneo, es tan buen arquitecto como enrevesado en su discurso, recuerdo, sin embargo que en alguna de sus clases mordisqueba la tiza mientras cuestionaba una fachada de Le Corbusier.
    Salud
    Francesc Cornadó

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    1. Sí, un buen arquitecto, de propuestas generalmente sencillas (no siempre), pero de enrevesado discurso (siempre). Recuerdo a unos arquitectos navarros que presentaron muy ufanos su proyecto de fin de carrera, bastante espectacular por cierto. A mí me gustaba mucho.
      Rafael Moneo, muy apoyado entonces por los sujetos que habían tomado por asalto las cátedras de proyectos en 1972 (Viaplana, Bonell, Pouplana, Cáceres, Pérdigo, etc., gentes de oscuro discurso y, por lo general bastante bostezantes y tardones a la hora de incorporarse a su puesto de trabajo, cierro paréntesis) les invitó a exponerlo a los imberbes alumnos de tercero entre los que me encontraba. Bajaron a su aula muy contentos pensando que era "fuego amigo", dado que Moneo tenía ya mucho prestigio y era paisano suyo.
      ¡Menudo revolcón se llevaron!, en base a una terminología y un discurso que los pobres no parecían entender en absoluto... Al recordarlo, aún me sabe mal.

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  4. Es verdad parece que fue ayer. Muchas Felicidades, G.U. MJ

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