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| Sección del Museu del Disseny, en Barcelona, con la diferencia de niveles entre las dos entradas |
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El "Museu del Disseny", el estanque, la cafetería y la Torre Agbar
[granuribe50 (2/2/2019)] |
Al edificio del "Museo del Diseño", de Barcelona, lo llaman "La grapadora", y no está mal buscado. Para G.U. no es la obra más brillante del arquitecto-estrella del Ay Untamiento de Barcelona, Oriol Bohigas, aunque sí una de las más aparatosas, porque al lado del "xarric" (así lo llaman los ibicencos) de Nouvel, quizá quería hacer algo que se diferenciara mucho, llamando la atención lo más posible, en plan ortopédico. Pero, en opinión de G.U., es un proyecto un poco fallido, y no solo por su imagen exterior. Eso de querer unir dos barrios (diferenciados por 15 metros de cota) a través de un museo es difícil de arbitrar. En lo urbanístico puede que sea buena idea, pero de cara a la funcionalidad del museo como tal, es nefasto. Resulta algo confuso, falto de espacio (por culpa del vestíbulo de entrada) y, según un sobrino de doña Perpetua, arquitecto recién licenciado que ya emite frasecitas, resulta "poco intuitivo". En efecto, no es nada fácil enterarse de adonde quieres dirigirte una vez dentro.
Porque además, el enorme vestíbulo de conexión de los dos barrios se come parte del espacio en la zona de las escaleras mecánicas para salvar el desnivel. Como consecuencia, los museos que aglutina (del diseño, de la indumentaria, de las artes decorativas, etc.), procedentes de otras ubicaciones anteriores (del Palau de Pedralbes y de la calle Montcada), tienen muy reducido el espacio expositivo, algo que le ocurre también a la zona dedicada a exposiciones temporales.
Y a eso veníamos, a ver una muestra de algunos de los ejemplares de la colección de Mateu Llinàs dedicada a la publicidad en cartón, metal y cerámica de la primera mitad del XX. De entrada nos encontramos con estas entrañables imágenes, que hoy serían "políticamente incorrectas", del "Rhum Negrita Bardinet".
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| Entrada a la exposición |
Para seguir con todo lo demás, en una exposición demasiado breve (la colección de ese señor tiene muchas más piezas), pero muy bien montada (aunque escasa de luz, "como no podía ser de otra manera").
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| Publicidad en azulejos cerámicos en relieve |
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| Publicidad en cartones recortados en relieve |
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| Publicidad en hojalata |
Este edificio padece una desproporción de espacios interiores, los hay sobredimensionados, grandes superficies al lado de espacios insuficientes. Exteriormente es ostentoso, los volúmenes parecen "comerse" el espacio público, parece que quieran clavar una grapa sobre la calle.
ResponderEliminarSalud
Francesc Cornadó
Completamente de acuerdo, Francesc. En la zona del acceso en la plaza Tetuán parece efectivamente que nos vayan a grapar contra el suelo...
EliminarMe resulta imposible opinar (por falta de competencias) sobre ese edificio de diseño difícil, por si fuera poco, colocado al lado de la Torre Agbar. Toda esa zona ha sido promocionada por el Ayuntamiento y en ella proliferan multitud de actividades, digamos, de última generación, por ejemplo, las que se realizan en "Barcelona Activa", con sede en un edificio próximo. MJ
ResponderEliminarLa quieren promocionar, pero hasta que no arreglen de una puñetera vez la plaza de las Glorias (catalanas), aquello no acabará de marchar.
EliminarPues no te digo nada, CORNADÓ, de Diagonal Mar en el Museo de les Ciencies de Barcelona...Vaya mierda de proyecto.
ResponderEliminarsalut
No conozco ese museo, aunque sí desde fuera. Lo que he visto no me gusta nada. Lo proyectó un compañero de curso, el último de la clase pero el más espabilado para conseguir encargos.
EliminarPues G.U, entre allí, porfa, entre.
ResponderEliminarNo soy arquitecto, esa carrera, como le comente a mi amigo Cornadó, es harta compleja para mi. para ser arquitecto se ha de saber aparte de números, de otras cosas como lo son el arte, la sociología y el aprovechamiento de recursos... Pero soy espectador activo, y ese edificio, el de Diagonal Mar, es un despropósito interior, y lo fue exterior cuando le pusieron la piscina arriba, en el tejado, que cubrió de agua toda la instalación interior y donde las gaviotas iban a reposar después de sus jornadas en el mar, porque allí había agua dulce que podían ingerir.
Un abrazo
Vaya imprevisión lo de la famosa "lámina de agua" que inundaba la planta inferior y se convirtió en abrevadero para palomas. Suerte que la han suprimido. Edificio feísimo con el que nunca se ha sabido qué hacer y cuyo destino final como museo es otro despropósito a añadir al inicial.
ResponderEliminarnvts
G.U, mire esto, porfa...espectacular
ResponderEliminarPD: es la página de un buen amigo, ingeniero por más señas.
https://oscarjulia.wordpress.com/2019/02/05/enginyeria-i-futbol/