lunes, 25 de febrero de 2019

Nos esperan dos meses duros

Felipe VI y Torra durante la cena
¡Ay, Señor! Por si no tuviéramos bastante con el penoso vodevil del Molt Honorable President Torra y la indocumentada alcaldesa Colau, escondiéndose de Felipe en el congreso de móviles, para reaparecer en cuanto se va, en una situación que está empezándole a irritar seriamente a este último (aunque se aguanta, qué remedio)...

... O, ya puestos, con la pelmada sin fin del juicio del procés. Pues, por si fuera poco, ahora ya tenemos a los politiquillos de todo pelaje a pleno rendimiento, haciendo campaña para algo que sucederá dentro de sesenta y dos días. Por un lado, el gobierno, prometiendo dinero para ganar las elecciones; por otra parte, los que han ocupado poltrona durante varios meses, que están muy angustiados; y los que aspiran a ocuparla, la mar de ilusionados e intentando ya tomar posiciones, por si suena la flauta: «a mí, resérvame "Paradores"», «para mí, la "Marca España"», «yo quiero "Tráfico"», «si me das el CIS, te haré subir como la espuma»; en fin, ya saben.


Pero, para ser francos, al que menos soporta G.U. es al sonriente aznarín, con su desmesurada verborrea y pegando tiros al aire; en cuanto al marqués de Galapagar, está de baja por paternidad, pero no inquietarse: ¡vuelve pronto!

Viñetas de El Roto, extraídas de Desescombro, Reservoir Books (2016)
Y ¿qué me dicen de los debates de televisión? ¡Qué bicoca y que manera de llenar horas de programa sin gastar un duro! Ya se intuye en el horizonte el desfile arrevistado de politólogos, tertulianos, expertos y directores de encuestas (Michavila, Tezanos, etc.). Y los políticos, mientras tanto, sacando por la ventana el dedo pringadito de saliva, para saber por dónde sopla el viento y así poder acomodar su mensaje.

En fin, mucha paciencia. Duros meses nos esperan, total para acabar todavía más embrollados de lo que ya estamos...

6 comentarios:

  1. Tendremos que aislarnos, escondernos y no escuchar las majaderías que nos sueltan en la campaña electoral, huír a una isla desierta donde no nos alcancen los puñales. Nada más higiénico que los paseos junto al mar, la degustación de unas anchoas, la conversación amable, sin comentrios políticos, con los amigos, las buenas lecturas, la buena música y, en definitiva, el amor y la belleza, nada de estas dos cositas adornan los mensajes de los politiquillos de medio pelo que nos amenazan día tras día.
    Saludos
    Francesc Cornadó

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    1. El plan alternativo y hedonista que propones me encanta. Lo compro. Creo que has dado en el clavo de lo que nos convendría en los próximos meses.
      Yo ahora he de viajar a Ibiza, por motivos varios, pero ni es una isla desierta ni allí es fácil degustar anchoas junto al mar [ni ahora (en que todo está cerrado) ni en temporada alta (en que te pueden esquilmar la cartera en plena jarana)].

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  2. ¡Y tan duros! El nivel de casi todos los políticos va menguando, ¿en progresión aritmética o geométrica? Además, quizás no crean que los votantes seamos tan burros y dicen todo lo que dicen para pasar el rato y parecer que, aunque mal, "piensan, luego existen". Pero, claro, cada vez resistimos más y nos engañan menos. MJ

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    1. En efecto, no es fácil engañarnos (ya lo hicieron en su día). Tenemos la piel curtida, como dice Miquel (Tot).

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  3. Resistiremos, claro, qué remedio... , pero a mí lo que se me acaba es la paciencia. Habrá que buscar otras formas de aislamiento, estoy en ello, si no tenemos a mano una isla desierta, ni siquiera un poco desierta...
    A gran Uribe me permito sugerirle que se agencie unas anchoas y su correspondiente vermut en el supermercado más próximo. Y a disfrutarlo, que ya toca.

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