sábado, 16 de febrero de 2019

El desolado mitin de Maragall y Rovira

Como ya deben saber muchos de ustedes, Ernest Maragall es uno de los personajes favoritos de G.U., desde que tuvo que padecerlo como conseller d´Educació del tripartit de Montilla, cargo en el que demostró ser un zopenco de mucho cuidado. Por tanto, no les extrañe que sea el nuevo alcalde de Barcelona.

Y Marta Rovira también, ya desde sus balbuceos en el Congreso de los Diputados, cuando acudió a Madrit en 2014 a vender el procés y a repartir abrazos, utilizando un castellano muy dificultoso, en una intervención naíf que provocó el desconcierto general. Le acompañaban aquel día, el ahora desaparecido del mapa Herrera (aquel que iba siempre en bicicleta) y el ahora preso Turull. Un buen trío de ases...




Bien, no nos despistemos ahora con cosas de hace cinco años y vamos con lo que ocurrió hace cinco días en Ginebra con los susodichos Ernest Maragall y Marta Rovira, en uno de los intentos de mitin más desolados que recuerda Gran Uribe. Pasó desapercibido, porque coincidía con el primer día del juicio a los del procés (los que no se escaparon) y porque no ocurrió en España, lo que hubiera provocado un terremoto en la TV3 de Pilar Rahola y Cía.

En fin, algunos de los numerosos autocares fletados hoy por la ANC para la manifestación de Barcelona bien los podrían haber llevado a Ginebra para hacer bulto y dar apoyo a estos dos "pobres", que se sintieron muy solos deambulando abatidos por esa plaza tan dura (debe de ser uno de los pocos lugares de Ginebra donde no hay florecitas).


Pero dejemos a Albert Soler que nos lo cuente desde su columna de Diari de Girona, titulada en esta ocasión Simplement molestaven. Tiene su mérito ese periodista, no crean...


«No se habla mucho porque era un acto estúpido e intrascendente, pero al final su propia estupidez la ha convertido en noticia. Me refiero a lo que Ernest Maragall, de profesión hermano, y Marta Rovira, de profesión fugada, querían llevar a cabo en una calle de Ginebra, y que fue impedido por la policía.

Como la Rovira no había pedido permiso no pudo hablar en público, lo que nos ahorra los catalanes pasar la vergüenza de escucharla repetir las burradas habituales. Por lo tanto, nada se puede decir del contenido de su discursito, exactamente lo mismo que podríamos decir si lo hubiera pronunciado en toda su plenitud. Hay políticos, la Rovira es la quintaesencia pero en Cataluña vamos sobrados, que consiguen que no haya ninguna diferencia entre pronunciar un discurso o callar como una tumba, el resultado es el mismo.

A menudo, de camino hacia el diario, encuentro dos señoras que predican las virtudes de leer la Biblia. Nunca he visto a nadie que les haga caso. Imagino que esta misma pinta hacían el Maragall y la Rovira en la calle de Ginebra, pero a diferencia de las señoras de la Biblia, ellos no tenían permiso. 

Si la prohibición hubiera tenido lugar en España, habrían practicado el victimismo que tanto gusta a los catalanes. Al ser en Suiza, se han tenido que enfrentar a la cruda realidad: no son nadie y despiertan idéntico interés que dos sonados predicando en la vía pública en favor de la secta del Minotauro, si tal cosa existe. La policía suiza no prohibió el acto porque atentara contra nada sagrado, ni porque de allí pudieran salir palabras que llamaran a la revolución, ni porque ningún ciudadano suizo tuviera el menor interés en lo que pretendían decir una señorita de pelo rizado y aspecto llorón y un anciano de barriga prominente y mirada extraviada, dos totales desconocidos. No hay ningún ataque a la libertad, ni ninguna conspiración contra Cataluña. No. Se les saca de la calle simplemente porque molestan. Maragall y Rovira no hacían nada más que molestar a los suizos. Y punto».

4 comentarios:

  1. Hoy ha habido la manifestación. Bien, pues habían multitud de autocares del Maresme, Blanes, Masnou, Calella, Premia...o sea, como cuando Paco hacía el 1 de mayo que venían de los pueblos y les daban el bocadillo...lo mismito.

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  2. ¡Qué pena que no enviaran alguno de esos autocares a Ginebra, donde buena falta hacían!
    Lastimoso mitin, en el que lo que más me ha llamado la atención es ese basurero que, ataviado con dos de los colores favoritos de los indepes, parece pensar "¿qué hacen estos chalados?"
    El Tapir

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    1. Sí, la presencia de ese sorprendido basurero le da el contrapunto necesario al vídeo.

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  3. He aguantado la intervención de Marta Rovira en el parlamento español solo 5 segundos. En cuanto a lo de Ginebra, todo un espectáculo de vodevil (malo) con el personaje del basurero incluido (el mejor del grupo). MJ

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