lunes, 19 de octubre de 2015

Javier Mariscal ejerce de 'mantero'

Cuando en 1986 se nombró a Barcelona como sede de la Olimpiada de 1992 y se eligió a Cobi como su mascota, empezó la llamada "Barcelona del diseño", de los bares y las tiendas de vanguardia, cuya decoración salía prácticamente en todas las revistas especializadas del mundo. Fue el gran momento de Javier Mariscal, que oficiaba de gran Papa de todo aquello. Llegó a montar una oficina con más de 100 personas, que trabajaban a destajo para abastecer una enorme demanda.

Declaraciones al diario Las Provincias (1988)
Tuvo entonces, en unas declaraciones al diario valenciano Las Provincias (1988),  un pequeño desliz que a la larga le ha acabado pasando factura, ya que ahora nadie ha salido en su apoyo:

«'Barcelona es maravillosa'. Es maravillosa, pero es también horrorosa. Su vertiente de ciudad abierta es magnífica, pero el señor Pujol cultiva el sentido pueblerino, lo cerrado, el seny. Jordi Pujol es horrible, no mide más de 1.40 y si fuera por él todos tendríamos que hacer catalanismo, patria y todo eso. Pero no podrá porque allí estamos nosotros". Y después añadía: «No se tomarán en el futuro represalias contra mí, porque ya las han tomado. Yo no existo para la Generalitat, lo que me parece estupendo. El espíritu de Convergència es terrible. Pujol se está montando una película que no existe, y eso hay que decirlo, porque nadie lo dice y nos está jorobando muchísimo».

Ante la airada respuesta de los medios nacionalistas (hoy quizá hubiera sido peor), el hombre afirmó que nunca dijo estas cosas y de lo de que medía 1.40 se había sacado de contexto, y acabó pidiendo perdón a Jordi Pujol. Aunque se aceptaran las excusas, desde entonces ya nada fue igual, como se ha demostrado luego.
En 2008 llegó la crisis, la tienda Vinçon entró en horas bajas, la ciudad se confió a los guiris y...  de la "Barcelona del diseño" nunca más se supo, confiado todo a las playas de la Barceloneta, a Gaudí y a las tiendas de superlujo para japoneses.

Mariscal, cargado de deudas, ha acabado cerrando su despacho y asegura en la prensa de hoy que está sin trabajo y que ejerce de "mantero" en la calle para ver "si la gente viene y me compra". Mal lo tiene.

Javier Mariscal sorprendido en la plaza de Colón, de Barcelona (cerca del bar "Gambrinus"), intentando vender sus creaciones
[granuribe50.blogspot.com.es]

4 comentarios:

  1. A ver si se le ocurre algo, puede venderlo y remonta.

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    1. En efecto, es un tipo creativo y espabilado que algo encontrará, aunque no creo que sea al amparo de la Generalitat.

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  2. Pues si en 1988 no existía para la Generalitat, en 2015, con los tiempos que corren, mucho menos. De todas formas, amigo Mariscal, hay vida fuera de la Generalitat, e incluso fuera de Cataluña. Me sorprende bastante que un tipo con su genio, talento, o como quiera llamársele, en un mundo en que la imagen y la publicidad parecen serlo todo, no encuentre más acomodo que el top manta. Me estoy perdiendo algo...
    El Tapir

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  3. Pues sí, mejor fuera de Barcelona, y de Cataluña, ¿no? Si aquí con la Generalitat hemos topado...

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