[Imágenes extraídas de twitter] |
«La corrupción es un fenómeno curioso. Tanto por los perversos pactos de silencio que genera como por sus consecuencias más allá del volumen de dinero desviado. Por eso, limitar la respuesta a la corrupción a pedir la restitución de lo robado es tan limitado como en gran medida exculpatorio.
[...] Si el único criterio para comprar un producto o servicio es el tamaño de la comisión, ¿qué importa si el producto es el mejor o el peor? Cuando lo importante son las prebendas, el mejor aceite es siempre el de colza, el mejor cemento el que tiene aluminosis y el mejor puente el de Calatrava. Como estas condiciones no se hacen públicas en el BOE ni en el DOGC, la forma de acceder a las verdaderas mesas de negociación ha sido el cultivo de la proximidad con el poder y sus brokers o tesoreros. Esta forma de selección de los proveedores olvida a todas aquellas empresas y personas sin acceso a estas redes de proximidad o sin voluntad de encubrir la corrupción. Deja en la cuneta la capacidad de innovación del país, que se ve obligada a abandonar o emigrar.
¿Imaginan cuán mejores infraestructuras, software, estudios de impacto ambiental, comedores escolares, procesos y servicios tendríamos si se los hubiéramos encargado a los verdaderos ganadores de los concursos públicos, y no a los amiguetes?»
Enlace: Mas allá del 3%
¡Espanya ens roba! ¡Quina barra! O sea que, en realidad, gran parte de esa flotilla de Ferraris y el dinerito de la caja fuerte del director de Infraestructuras de la Generalitat nos pertenecen, y quién sabe si también el pastuqui necesario para financiar el supermorro de la señora Bassols (de Basssols&Bassols and Co.).
Pero todo tiene un límite. Ellos creo que lo están traspasando. MJ
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