martes, 12 de mayo de 2020

Algunos efectos colaterales del confinamiento

Como quizá sepan algunos de ustedes, a día de hoy G.U. tiene las rodillas hechas puré (menisco, cintillo, condropatías varias, un desastre, pero es algo que viene de antiguo). Su agravamiento de ahora resulta ser un efecto secundario del confinamiento; larguisimas caminatas en pantuflas por el pasillo, acarrear pesos a los que no está acostumbrado —Lejía "Conejo" y "Estrella", "Sanytol", "Don Limpio Multiusos", garrafas de agua, leche, zumos, conservas diversas, vino— desde el parking, para abastecer la despensa (por las escaleras, por miedo a contagiarse en el ascensor), etc.

G.U. en plena sesión de electroestimulación (12/5/2020)
Por ello, ha comenzado a realizar unos ejercicios de "electroestimulación" del cuádriceps (mueve los músculos pero no te levanta la pierna sola, ojo), mientras ingería el habitual whisky de media tarde. ¿Y cómo lo ha hecho?, quizá se pregunte alguien (pocos, seguramente). La respuesta es: con un clásico de la rehabilitación; el Compex 2.0., un aparato mágico.

Casi siempre que ha tenido que acudir a un centro de rehabilitación —que están cerrados a día de hoy— para hacer unas sesiones por asuntos de este tipo, le acaban poniendo ese aparato en un momento u otro a lo largo de esas tediosas comparecencias (además de otras cosas que no sirven para nada: láser, cremitas, todo eso, para llenar la hora adjudicada). Por ello, acabamos comprándolo en casa hace años, aunque tenía un precio un punto prohibitivo, la verdad.

Pero, como sabrán, no hay posibilidad de visitar a médicos, ni de realizar resonancias, etc., de no ser que te hayas roto la crisma o algo así. Nada de nada. Uno se siente totalmente desamparado. Por suerte, nuestro fisioterapeuta "de cabecera", al que obviamente G.U. no puede ir a visitar (tiene consulta en Ibiza), le ha dicho —vía WhatsApp y después de enviarle diversas fotografías de las rodillas, con una descripción detallada de los síntomas— que ese aparato era cojonudo para lo que le pasa. Pero, al intentar ponerlo en marcha, no tenía pilas después de varios años sin usar; por suerte Amazon se las suministró ayer y ya está "plenamente operativo". Y en esas estamos. Y ¡es verdad! ¡Va cojonudo!

5 comentarios:

  1. Hace tiempo un vecino se rompió el menisco y no sé qué otra lesión tenía en la rodilla. Como no quiso operarse, hizo varias consultas, le aconsejaron estimular la musculatura de la pierna para reforzarla y se puso manos a la obra. No sé qué hizo para ello, pero sí sé que cuando le preguntaba me decía que cada vez estaba mejor. Ya no le pregunto porque aquello ya es agua pasada. MJ

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    1. Espero evolucionar favorablemente, tal como parece ser que le ha ocurrido a su vecino. Me esforzaré al máximo para conseguirlo. Gracias.

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  2. Me alegro de que haya un remedio que funcione, de verdad.
    Al menos ha dado en el clavo, y que el fisio, al menos esté operativo mediante el teléfono y las fotos.
    Algo bueno tenía que tener estos medios de comunicación
    Un abrazo y a cuidarse
    Salut

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  3. Bueno, bravo por ese aparato mágico. Cojonudo.

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