Las kilométricas playas, bien y sin edificaciones, estupendas sobre todo si eres zagal (para jugar con el cubito) o adolescente/adulto (para hacer surf). Como ni lo uno ni lo otro es el caso de G.U., la cosa le pierde el interés, sobre todo si la mar está como un plato, va vestido de invierno y además hace un sol de justicia como el de hoy.
[Playa de Vieux Boucau (8/4/2017) / granuribe50.blogspot.com.es]
Por la tarde sí que se ha acercado a Bayona, pero ha sido para ir a Biarritz en busca del rayo verde, siguiendo los pasos de Delphine, la protagonista de aquella película de Éric Rohmer.
Recordemos que mientras ella está en Biarritz durante unas vacaciones en soledad, escucha una conversación sobre la maravillosa novela de Julio Verne "Le Rayon Vert" (El rayo verde). Según Verne, cuando uno ve un extraño destello verde en el momento de desaparecer el sol en el ocaso, nuestros propios pensamientos y los de otros se revelan como por arte de magia.
Ella se lo cuenta a un sujeto que conoce en la estación de tren, y juntos lo descubren maravillados en San Juan de Luz, aquí al lado. Pues bien, hoy no ha habido rayo verde, qué frustración.
[El rayo verde no apareció hoy en la playa de Biarritz (8/4/2017) / granuribe50.blogspot.com.es]
Pues aún sin el rayo verde, el panorama es una maravilla. Mención especial a las fotos de todo el viaje. MJ
ResponderEliminarPues sí, unos paisajes maravillosos. Por lo que veo, un viaje de ensueño...
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