viernes, 25 de julio de 2014

Balanzas fiscales: solidaridad a tomar viento

Uribe no entiende mucho de esto, pero se atreve a pensar:
"Yo pago a través de IRPF una cantidad de dinero de la que una buena parte irá destinada a facilitar un poco la vida de personas que no han pagado ni un duro, porque no lo han ganado". Ojo al dato: hay excepciones de quien gana y no paga, aquí y en la China, aunque aquí más, claro.
Bueno, sigamos: ¿es eso un escándalo? El dinero que pago ¿ha de ir únicamente a sufragar mis necesidades de acuerdo a mi aportación?
Extrapolando un poco el asunto quizá nos llevaría a lo que estamos viendo ahora en todo este embrollo de las balanzas fiscales, con muy oscuros informes cruzados de expertos de diferente pelaje.
Un buen artículo de David Trueba (que aparte de buen director es siempre bastante afilado en sus análisis) trata un poco mejor que menda este tema y nos lo hace más próximo que toda esa gente..

David Trueba "Los principios de solidaridad, que somos capaces de apreciar en la política fiscal para particulares, sería bueno que fuéramos capaces de apreciarlos como conjunto de población y no tanto como conjunto de banderas.
[...]La reducción del análisis sobre territorios podría llevarnos a reclamar una publicación de balanzas entre barrios de una ciudad. No sé lo que pensaría un vecino de San Blas frente a los de la calle de Velázquez. Así que se trata de esmerarse por recuperar el valor de justicia y el régimen compensatorio. Ni tienen razón los que reclaman la inmovilidad sagrada de lo existente, ni los que pretenden que todo se arreglaría con que me den a mí lo mío que yo ya me lo gasto como quiero.
[...] Han confluido dos noticias de intensa significación, quizá aplastadas por el magma opinativo de las balanzas fiscales. Por un lado el motín de pacientes en el hospital de Bellvitge, donde los usuarios insumisos protestan contra el desmantelamiento de los servicios de salud pública. La reducción presupuestaria tiene una incidencia directa sobre la protección, el tiempo de espera y el acomodo hospitalario. Frente a ese acto ejemplar, hay una callada asunción de otro mal dato. Los 12.000 millones de euros que el Gobierno da por perdidos de las cuentas de todos en el salvamento y reflotación de Catalunya Banc. Entre la estafa bancaria y la reducción de camas hay muchas personas, humilladas y aplastadas, en un juego de balanzas no suficientemente relacionado".
Enlace: Balanza

No hay comentarios:

Publicar un comentario