domingo, 27 de julio de 2014

Javier Marías, último artículo

El último artículo de Javier Marías de la temporada. ¡Te esperamos el 7 de septiembre!
Como bien dice Javier, el hecho de suprimir la religión de los planes de enseñanza, ha supuesto la desaparición del saber común ("cultura general") de los temas de buena parte de la historia de la pintura y de la escultura.
Y añade Uribe: cuando la gente va al Museo del Prado es casi como si él fuera a visitar algún museo de Pekín (no irá): todo le sonaría a chino.

Javier Marías"La cosa empezó hace veinte o más años, y no ha hecho sino ir en aumento. Mi hermano Fernando, catedrático de Historia del Arte, me contaba ya entonces que no era raro que estudiantes suyos –universitarios especializados, ojo– describieran una Pietà como “mujer llorando la muerte de un hombre”, o una pintura del juicio de Salomón como “dos mujeres disputándose un crío en presencia de un rey” (lo de “rey” lo deducían por el trono) o, según el momento de la escena representado, como “tirano amenazando a un niño con una espada ante la desesperación de su madre y otra”. El colmo se produjo cuando un Cristo crucificado le fue descrito como “hombre casi desnudo sobre una cruz”. 
Sí, hace ya tiempo que demasiada gente ha dejado de conocer las referencias bíblicas, y está incapacitada por tanto para interpretar los temas de buena parte de la historia de la pintura y la escultura. Pero claro, no es sólo cuestión religiosa: también han desaparecido del saber común o elemental (de lo que se llamaba “cultura general” hace no mucho) la mitología griega, y la historia de Roma, y la medieval, y hasta la napoleónica. Probablemente habrá ya numerosos individuos que, ante un retrato ecuestre de Bonaparte, digan que se trata de “imagen de jinete antiguo con sombrero raro”. 
Que se tenga cierta noción sobre algunos hechos del pasado, o episodios del Antiguo Testamento, depende cada vez más de que surjan una película, una novela o un cómic populares que se ocupen de ellos o los “rescaten”.

La Pietà, de Giovanni Bellini
(1505)

El Cristo de Velázquez
(1632)

El juicio de Salomón, de Nicolás Poussin
(1649)
Enlace al blog de Javier Marías: Si sólo vivieran los vivos

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