viernes, 17 de febrero de 2023

A vueltas con "El toro", de Picasso

Un buen amigo virtual de G.U., Francesc Cornadó, publicó el otro día en su blog una imagen de la litografía de un toro de Picasso. La acompañaba de este texto: «Este artista me desborda. Anula mi criterio. Es un transcurso para bien y para mal. Es la fragmentación en el tiempo de los ismos. Es la vitalidad que aplasta. No sé qué decir»

A G.U. le pasa lo mismo que escribe Francesc. Pero, puestos a decir algo, confiesa que le encantan muchos de sus dibujos y sus primeras etapas, aunque nunca ha sido un acérrimo picassista ni va nunca a su museo de Barcelona. 

En esa entrada comentó un servidor de ustedes: «Hay pintores que pintan el mismo cuadro toda su vida y los hay que no pueden parar quietos, de tanta vitalidad que exhalan. Y en este último caso encontramos a Picasso. Me gustan la época azul y rosa y el primer cubismo, pero en términos generales reconozco que nunca he sido muy "picassista", lo digo con la boca pequeña, aunque también reconozco todo su mérito abriendo caminos. Pero en casi todos los caminos que abrió he encontrado artistas que me emocionaron más, aunque quizá no fueran tan innovadores, desde luego. Y de tanto que pintó, muchas de sus obras me parecen mediocres, poco pensadas y poco trabajadas (también lo digo sin que nos oiga nadie). Pero, me guste más o me guste menos, fue un genio (no añado "irrepetible" porque ya se sabe, es el adjetivo que se suele emplear en estos casos)».

Bueno, pues que hay obras de Picasso poco trabajadas (y otras afirmaciones que G.U. dejó allí) lo sigue manteniendo, aunque él no hubiera podido hacer nunca nada que le llegara ni a la suela del zapato a ese gran artista. 

Pero, para que vean que no siempre improvisaba, el caso es que, trabajando sobre la piedra, Picasso hizo en 1945-1946 varias versiones litográficas del toro, hasta un total de once. Es a partir de la cuarta cuando empieza a diseccionar el cuerpo de ese fiero y cornúpeta animal y a estructurarlo geométricamente. Así se va transformando, se simplifica y concluye con la representación esquemática que presentaba Francesc Cornadó (que dice otras cosas muy interesantes en su segunda entrada, titulada Picasso 2 —El toro—). Allí finalizó Picasso su proceso de destilación del toro, justo donde podría haberlo empezado, según los que decimos que ese tipo no trabajaba siempre sus obras. En fin, un crack.

9 comentarios:

  1. Genial ¡
    Gracias porque todavía explica más lo que nos decía Cornadó.
    Un abrazo

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    1. Bueno, Cornadó no necesita de más explicaciones. Se basta y se sobra.
      Un saludo.

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  2. La vitalidad de Picasso parecía no tener límites. Agradezco mucho tus explicaciones, demuestras, para los que lo no conocen, que Picasso no siempre improvisaba, que detrás de cada trazo había un trabajo enorme de análisis, pruebas, reflexiones, etc.
    Tampoco soy un "picassiano" su obra sobrepasa mi capacidad de crítica, anula mi criterio.
    Gracias.
    Francesc Cornadó

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    1. Me pasa igual que a ti, ese tipo no tenía límites y nosotros sí...
      Saludos.

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  3. En su trabajo sobre las meninas de Velazquez,también se observa,la cantidad de días que le dedicó, hasta su culminación. Algo que también es patriminio de Miro,Tapies y Dali.
    Precisamente aquí en Córdoba, vi una exposición de trabajos previos de Dali,para la culminación de sus obras,de por sí de gran calidad en perspectivas muy simplificadas,con puntos de fuga inauditos.
    Estos grandes pintores, se trabajaban sus obras,nada era expontaneo.Lo que si es cierto,es que una vez desarrollada la obra principal,entraba una fase comercial,repitiendo un mismo concepto.Eran humanos y tenían que vivir.
    Saludos

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    1. Es de una lógica aplastante, Carlos, lo que nos comentas. Te doy la razón. salut

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    2. En efecto, hay que vivir y una vez encontrado un filón, algo que hay que currarse, no es cosa de abandonarlo así como así.
      Un saludo.

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  4. Luces y sombras del trabajo del maestro.

    Saludos.

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    1. Un tipo que tuvo luces y sombras, sin duda. Nos pasa a todos y a los maestros también.
      Un saludo.

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