Viñeta de El Roto (28/11/2018) |
Hay que negarse a cenar fuera, y sobre todo en los restaurantes caros, no digamos ya los famosos, santuarios invariablemente incómodos, lujo más pretencioso que auténtico que procura goces autistas y signo claro de decadencia de una sociedad, como lo ha sido siempre la excelencia gastronómica desde el famoso banquete de Trimalción en la novela de Petronio hasta los tiempos de Ferran Adriá, cocinero creativo que cuando tuvo abierto su restaurante El Bulli fue obsesivo objeto de los más delirantes ditirambos por los media españoles e internacionales.
Ferran Adrià |
Enlace: El ocaso de la gastronomía (Ignacio Vidal-Folch)
A este señor de pequeño lo alimentaron con potitos se ve...
ResponderEliminarNo se me escandaliza, G.U. Tranquilo que este señor sabe bien lo que vende, y vende humo. Lo tengo debajo mi casa, a él y a su restaurante, y dice que tiene reserva para tres años.
ResponderEliminarMentira. Mire si es mentira que si ud hace la reserva desde Asia, mañana puede venir a comer. Si la hace desde Barcelona no le guardará sitio.
Motivo. Dice que el que viene de fuera, cuanto más lejos gasta más. Así mismito.
Mire, GU, tengo el placer de conocer a dos de sus muchos becarios (allí se trabaja por poco jornal), y eso lo tienen asumido. Las reservas por internette, y desde cuanto más lejos , mejor.
Por cierto, la gente dice que es muy bueno lo que pone...porque a nadie le gusta decir que le han tomado el pelo, G.U. Si cada plato te va a salir por 150 dineuros y la bebida a banda y te vas a dejar 250 por 5 esferificaos de jamón del tamaño de una albóndiga, a nadie le gusta comentar que se quedó con hambre.
Un abrazo
Debe de ser como ese tipo de arte que no entendemos.
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