lunes, 31 de marzo de 2014

García Lorca y las Ramblas

Al hilo de las representaciones de "Doña Rosita la soltera", quizá venga al caso comentar que las Ramblas de Barcelona fueron hasta hace poco un espacio hermosísimo, lleno de vida. Sin embargo, el "vil metal" ha acabado con ellas, expulsando a sus habituales de siempre, de manera que han quedado reducidas prácticamente a una especie de teatrillo para uso exclusivo de guiris. Uribe dejó de frecuentarlas hace tiempo, y si viviera Federico García Lorca seguro que le pasaría lo mismo, con lo que, probablemente, el texto adjunto nunca lo hubiera llegado a escribir.
Eso que nos hubiéramos perdido...

Puesto proyectado por el GATEPAC en Las Ramblas (foto de Josep Brangulí, 1933)

En efecto, cuando se estrenó en Barcelona "Doña Rosita la soltera", con Margarita Xirgu, García Lorca dedicó este hermoso texto a las floristas de Las Ramblas:

Boceto de Emilio Grau Sala, 1934"Señoras y señores: Esta noche, mi hija más pequeña y más querida, Rosita la Soltera, la señorita Rosita, doña Rosita, sobre el mármol y entre cipreses doña Rosa, ha querido trabajar para las simpáticas floristas de la Rambla, y yo soy quien tiene el honor de dedicar la fiesta a estas mujeres de risa franca y manos mojadas, donde tiembla de cuando en cuando el diminuto rubí causado por la espina. La rosa mudable, encerrada en la melancolía del carmen granadino, ha querido agitarse en su rama al borde del estanque para que la vean las flores de la calle más alegre del mundo. La calle donde viven juntas a la vez las cuatro estaciones del año, la única calle de la tierra que yo desearía no se acabara nunca, rica en sonidos, abundante en brisas, hermosa de encuentros, antigua de sangre: la Rambla de Barcelona. Como una balanza, la Rambla tiene su fiel y su equilibrio en el mercado de flores, donde la ciudad acude para cantar bautizos y bodas sobre ramos frescos de esperanza y donde acude agitando lágrimas y cintas en las coronas para sus muertos. Estos puestos de alegría entre los árboles ciudadanos son como el regalo del ramblista y su recreo, y aunque de noche aparezcan solos, casi como catafalcos de hierro, tienen un aire señor y delicado, que parece decir al noctámbulo: «Levántate mañana para vernos; nosotros somos del día.» [...] Amigas floristas, con el cariño con que os saludo bajo los árboles como transeúnte desconocido, os saludo esta noche aquí, como poeta, y os ofrezco, con franco ademán andaluz, esta rosa de pena y palabras: es la granadina Rosita la Soltera".

(La Publicitat, 25 de diciembre de 1935 y L’Instant, 24 de diciembre de 1935)

2 comentarios:

  1. Señor Uribe: muy bien escogida esa fotografía de las Ramblas con las floristas.

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  2. Señor Uribe: ¡Qué maravilloso texto de García Lorca sobre las fenecidas Ramblas de Barcelona! Si el poeta levantara la cabeza, se moriría de la pena...

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